Santo Domingo, RD – Un centenar de personas se manifestaron este sábado en Santo Domingo para mostrar su oposición a cualquier intento de despenalizar el aborto, una práctica que hasta hoy está totalmente prohibida en República Dominicana.
Los manifestantes, convocados por la iglesia Católica, realizaron una caravana por las principales avenidas de la capital dominicana, en la que participaron cerca de 50 automóviles y unos pocos autobuses, identificados con banderas de color azul celeste y mensajes “provida”.
Una de las manifestantes, María Magdalena Santos, dijo que acudió a la marcha para oponerse al aborto, para “defender la familia y la patria dominicana”, ya que considera que los medios de comunicación internacionales se quieren “inmiscuir” en decisiones soberanas de República Dominicana en relación al aborto.
“Cuando se aprueban leyes que están en contra de la familia, y una forma de destruir la familia es empezando con el aborto, es querer que se mueran los niños. Porque si matamos a los niños, ¿cómo crece la familia? No hay forma. Tenemos que luchar por eso (la prohibición del aborto), aunque seamos nosotros los únicos en el globo terráqueo”, comentó.
Actualmente, el Congreso dominicano debate un nuevo Código Penal, cuyo borrador, consensuado por las principales bancadas, contempla permitir el aborto en un único caso, si existe riesgo de muerte para la madre y con el condicionante de que se realice una vez que se hayan agotado todas las posibilidades médicas.
Otro de los manifestantes, Jeremías Rodríguez, opinó que los médicos “deben hacer lo posible para salvar las dos vidas”, por lo que en su opinión, en este supuesto tampoco se debe “quitar la penalidad para hacerlo libremente”.
“El aborto es igual a un asesinato, es quitar la vida a un indefenso. El bebé está en la barriga, está indefenso y no hace mal a nadie. Si le quitan la vida es un asesinato igual”, dijo Rodríguez.
La República Dominicana es uno de los seis países de América que mantienen una prohibición total del aborto, junto con El Salvador, Honduras, Nicaragua, Haití y Surinam.
Desde hace años, los grupos feministas reclaman la despenalización del aborto en tres casos: riesgo para la vida de la mujer, si el feto no tiene opción de vivir fuera del útero o en el caso de violación o incesto.