-Una investigación liderada por el científico del Instituto de Investigación Biomédica (IRB) de Barcelona Eduard Batlle ha descubierto el anticuerpo MCLA-158, el primer candidato a fármaco dirigido a células madre cancerosas de tumores sólidos que previene la propagación del cáncer y la metástasis.
Batlle, jefe del laboratorio de Cáncer Colorrectal del IRB, en colaboración con la empresa biotecnológica holandesa Merus N.V., ha publicado en la revista ‘Nature Cancer’ los datos preclínicos que han conducido al descubrimiento de MCLA-158 y su mecanismo de acción sobre las células madre del cáncer.
El fármaco se ha probado en siete pacientes y en todos se redujo el tumor y en uno de ellos incluso desapareció por completo. Se trata de un anticuerpo que impide el crecimiento descontrolado de los tumores y bloquea la aparición de metástasis. Todo ello, sin dañar las células sanas.
Eduard Batlle, director laboratorio cáncer de colon IRB Barcelona ha explicado a RTVE que el fármaco «inhibe la actividad de las células madre del cáncer en diferentes tipos de tumores sólidos. En concreto cáncer de colon, cáncer de estómago, esófago y también tumores de cabeza y cuello».
Han llegado hasta él utilizando pequeñas muestras de tumores que se extraen de cada paciente. Estas se cultivan en el laboratorio y permiten reproducir ciertos comportamientos. «Testamos más de 500 anticuerpos distintos para identificar aquellos que tienen una actividad más efectiva contra los diferentes pacientes», ha indicado.
El estudio se encuentra en fase de ensayo clínico. El siguiente objetivo es probar en más pacientes su eficacia, seguridad y toxicidad.
El anticuerpo hallado reconoce dos proteínas distintas
El anticuerpo descrito en este trabajo, el Petosemtamab (MCLA-158), es un anticuerpo biespecífico que reconoce dos proteínas distintas en las células madre del cáncer, la EGFR y la LGR5.
La actividad del EGFR favorece el crecimiento descontrolado de las células, mientras que LGR5 marca la superficie de las células madre del cáncer, responsables de la expansión de los tumores.
Según ha detallado Batlle, MCLA-158/Petosemtamab degrada la proteína EGFR en las células madre del cáncer que presentan el marcador LGR5 y así bloquea las vías de crecimiento y supervivencia en las células que inician el cáncer y lo expanden. «Este anticuerpo, además, no interfiere con el funcionamiento de las células madre sanas del organismo, que son esenciales para el buen funcionamiento de los tejidos», según Batlle.
Para caracterizar este anticuerpo, construyeron un biobanco con organoides derivados de pacientes con cáncer de colon, organoides de metástasis de cáncer de colon en el hígado y organoides de tejido normal no canceroso.
Según los investigadores, incorporar organoides en las fases iniciales de la generación de fármacos (en este caso, anticuerpos terapéuticos) permite identificar aquellos que son efectivos para la mayoría de pacientes o incluso para tumores portadores de una mutación en particular.
Otra ventaja es la posibilidad de identificar efectos secundarios no deseados de los fármacos sobre órganos, utilizando organoides procedentes de tejido sano, lo que ha permitido valorar los efectos nocivos del fármaco sobre células sanas y eliminar de este modo los anticuerpos con mayor toxicidad en las fases más tempranas del estudio.
En los próximos meses, la empresa Merus tiene previsto publicar nuevos datos sobre los ensayos clínicos en curso con Petosemtamab. «Tenemos la esperanza de que se confirme la actividad antitumoral publicada en los datos preliminares», ha confesado Batlle.