ESPAÑA.- La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a 686 años de cárcel a un hombre por abusar sexualmente de una quincena de menores de edad y engañar más de un centenar a través de redes sociales como WhatsApp o Instagram para obtener material pornográfico o intentar mantener relaciones sexuales de distinta naturaleza a cambio de dinero y regalos.
La Sección Cuarta de la Audiencia Madrileña le condena a 686 años y 19 días de prisión, frente a la condena de 1.324 años que solicitaba la Fiscalía. La sentencia considera probado que José Ángel S.R. violó a doce menores, siete de ellos de forma continuada, y abusó sexualmente de tres, dos de ellos también de forma continuada.
En la sentencia se le atribuyen al acusado siete delitos continuados de abusos sexuales a menores de 16 años con penetración anal o bucal; cinco delitos de abusos sexuales a menores de 16 años con penetración por vía anal o bucal, y dos delitos continuados de abuso sexual a menores de 16 años, según recoge Europa Press.
También ha recibido una condena por 98 delitos de captación y utilización de menor de edad con fines pornográficos, 74 delitos de difusión de material pornográfico a menores de edad, 25 delitos de exhibicionismo, 13 de delitos de corrupción de menores de 16 años y un delito de tenencia de pornografía infantil.
El acusado ha resultado absuelto, no obstante, de 59 delitos de ciberacoso, tres delitos de abusos sexuales y otros dos de corrupción de menores.
Usaba las redes sociales como cebo
La resolución considera probado que el condenado, nacido el día 5 de junio de 1991, sin antecedentes penales, cometió los hechos durante el periodo comprendido entre el 9 de noviembre de 2015 y el 3 de septiembre de 2018.
El condenado contactaba con menores de 16 años a través de grupos de WhatsApp o Instagram, en algunas ocasiones haciéndose pasar por una chica menor de edad llamada L., con la que engañaba a los menores para tener conversaciones de carácter sexual impulsadas por él mismo.
José Ángel S.R. enviaba a la víctima fotos de una chica menor de edad desnuda para solicitar a las víctimas la remisión de fotos y vídeos centrados en sus genitales. En esos contactos, intentaba concertar un encuentro sexual con los menores.
Según comprobaba que su engaño era exitoso, proponía a los menores hacer un trío con L. y un supuesto amigo suyo, que era el propio José Ángel. Tras la fachada del personaje falso, insistía a los menores para quedar directamente con el ‘amigo’ para mantener relaciones sexuales como condición para posteriormente mantener el encuentro con la chica.
Ante la frecuente resistencia de los menores a mantener relaciones sexuales con el ‘amigo’, el condenado ofrecía dinero o regalos para que accedieran a ello. Ante los ofrecimientos, logró que algunos menores accedieran a mantener encuentros físicos con él.
En otros casos, se hacía pasar por un chico menor de edad para engañar a otros jóvenes como con el caso de L. También les proponía quedar para mantener un encuentro sexual a cambio de dinero o regalos, consiguiendo su objetivo en algunos casos.
También se presentó ante otros menores de edad directamente como un hombre adulto y les enviaba mensajes sexuales, entre ellos, fotos y vídeos suyos manteniendo encuentros sexuales con otros menores de edad.