REDACCIÓN- El 10 de mayo se celebra el Día Mundial del Lupus, una fecha para crear conciencia sobre la existencia de una enfermedad crónica y grave que afecta a muchas personas en el mundo y de la importancia de su atención para brindarles una mejor calidad de vida.
El lupus es una patología crónica que afecta al sistema inmunitario de las personas que lo padecen. Es una enfermedad autoinmune muy grave, que va deteriorando de manera progresiva los tejidos del cuerpo y que puede ocasionar la muerte.
Es un padecimiento que puede aparecer tanto en personas jóvenes como adultas, siendo la edad promedio entre los 15 y los 45 años aproximadamente y su detención resulta bastante complicada en sus primeras etapas debido a que los síntomas aparecen y desaparecen o pueden ser confundidos con otras patologías.
Hay varios tipos de lupus. El más común es el eritematoso sistémico o LES, y puede afectar a la mayoría de las zonas del cuerpo antes enumeradas. Este tipo de lupus puede ser leve o grave. La evolución de la enfermedad se desarrolla en fases de brotes -síntomas que suelen pueden aparecer y desaparecer aunque en algunos casos las dolencias remiten. En el mejor de los casos, tras el brote inicial y gracias al tratamiento, la enfermedad puede «dormirse» y el paciente puede llevar una vida prácticamente normal, con las revisiones (mensuales, trimestrales o anuales, habitualmente) que marque el médico que le realiza el seguimiento.