UCRANIA.- Rusia afirmó hoy que otros 694 militares ucranianos «se rindieron» durante la pasada jornada en la acería de Azovstal, en Mariúpol, con lo que llegan a 959 los «prisioneros» que desde el lunes se han entregado, según su jerga.
«En Mariúpol, militantes de la unidad nacionalista Azov y militares ucranianos bloqueados en la planta de Azovstal continuaron rindiéndose», indicó el portavoz del Ministerio ruso de Defensa, el general mayor Ígor Konashénkov, en su parte bélico matutino.
«Durante el último día, 694 militantes fueron capturados, incluidos 29 heridos», añadió.
Este número se suma a los 265 soldados ucranianos evacuados el lunes de la acería, entre ellos 51 gravemente heridos, según Rusia.
Hasta 51 defensores «necesitan tratamiento hospitalario» y han sido ingresados en el hospital de Novoazovsk, localidad controlada por Rusia en la autoproclamada República Popular de Donetsk.
PARTE DE GUERRA
El número de víctimas mortales causadas por un ataque ruso en la aldea de Desna, en la región ucraniana de Chernígov (norte) subió este miércoles a 11, según el Servicio Estatal de Emergencia.
Además de los 11 civiles que murieron en el ataque, 14 resultaron heridos, según declaraciones citadas por el diario «Ukrainskaya Pravda«, después de que en un inicio se informara de la existencia de 8 muertos y 12 heridos.
Sobre las 05:00 de la mañana del martes, hora local, la aviación rusa lanzó cuatro misiles contra la aldea, dos de los cuales impactaron contra un edificio.
Junto a la población, que limita con la provincia de Kiev, se encuentra un centro de entrenamiento de las fuerzas armadas ucranianas.
Además, el ejército ruso ha lanzado este miércoles un ataque con misiles desde sus posiciones en el mar Negro que han impactado en la región de Odesa, en el suroeste de Ucrania, informó el Comando Operativo Sur ucraniano en su cuenta de Telegram.
El ejército ruso «continúa intentando destruir las infraestructuras (de la zona) y ejercer presión psicológica sobre los civiles, atacando los asentamientos de la región al amanecer”, señaló el informe.
En la región de Jersón, en el sur, al menos tres personas han muerto en un bombardeo de las tropas rusas que ha afectado contra una columna de vehículos que circulaba por la zona, informó este miércoles el diputado del Consejo regional Ihor Yosypenko, en su página de Facebook.
El diputado recordó que los rusos bloquean los corredores humanitarios en la región de Jersón, cuya capital es controlada por el ejército ocupante.
Además, las tropas rusas están secuestrando a los residentes locales, incluidos periodistas, líderes comunitarios, diputados, activistas, aldeanos y maestros e imponiendo sus propias autoridades, concluyó.
FÓSFORO BLANCO
El ejército ucraniano denunció este miércoles que los rusos han bombardeado una escuela en Avdiivka, en la región de Donetsk, en el este de Ucrania, y que usaron para ello municiones con fósforo blanco, dejándola completamente en llamas.
La denuncia fue realizada por el jefe de la Administración Militar Regional de Donetsk, Pavlo Kyrylenko.
Las bombas de fósforo blanco producen un fuego que no se puede apagar con agua y sus componentes se pegan a la piel de las víctimas, que pueden arder hasta los huesos.
Su uso contra personas está prohibido desde 1997 por la Convención de Ginebra.
NÓRDICOS EN LA OTAN
Mientras, los embajadores de Suecia y Finlandia ante la OTAN entregaron este miércoles sus solicitudes de ingreso en la Alianza en la sede de la organización transatlántica, en Bruselas, donde se reunieron con el secretario general aliado, Jens Stoltenberg, quien calificó el paso de «histórico».
Turquía, miembro de la OTAN, ha manifestado su oposición a la entrada de Suecia y Finlandia en la Alianza porque considera que ambos países mantienen una política de acogida de militantes kurdos.
La entrada de nuevos miembros en la Alianza es una decisión que toman los países de la organización transatlántica por unanimidad, de modo que hace falta el visto bueno de Ankara.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, insistió hoy en defender su veto a la entrada en la OTAN de Finlandia y, sobre todo, de Suecia y advirtió de que no cometerá en esta ocasión el error que fue, a su juicio, permitir el acceso de Grecia. «A un musulmán no se le puede morder dos veces», afirmó.