SANTO DOMINGO.- Para cumplir el sueño de participar en este evento, que se extiende por alrededor de seis meses visitando puertos de distintos países de Latinoamérica, tripulantes y cadetes de estos buques escuelas narran han tenido que hacer importantes sacrificios.
Dejar atrás amores y familias, también acostumbrarse a navegar mar adentro forma parte de lo ofrendado por jóvenes en proceso de formación dentro de las Armadas de sus países, que primera vez participan en el evento las velas Latinoamérica.
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La actividad se desarrolla desde el año 2010 y sirve para poner en práctica todo lo aprendido en la guardiamarina, pero las bravas aguas del mar son el mayor desafío para novatos y expertos.
Esta es la cocina del buque colombiano 20 de Julio, su encargado por más de dos años, Jesús Menco, nos cuenta que preparar alimentos en medio del mar es casi una odisea.
Las emociones se viven en cada rincón de estas embarcaciones.
Para algunos de los estudiantes de estos buques escuelas, la Republica Dominicana es su último destino para regresar a casa, sin embargo, otros visitarán otros puertos para mantenerse en el festival las velas hasta finales de junio.