COLOMBIA.- El número de fallecidos en el incendio ocurrido la madrugada de este martes en la cárcel de la ciudad colombiana de Tuluá, en el departamento del Valle del Cauca (suroeste), ascendió a 51, informaron fuentes oficiales.
El director del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), general Tito Castellanos, dijo a Caracol Radio que la cifra del trágico hecho es de «51 (muertos), de ellos 49 dentro del establecimiento y 2 que fueron trasladados a centros médicos».
El oficial detalló que «la mayoría de los fallecidos es por inhalación de humo» y que se avanza en las labores de identificación, que están a cargo del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI), de la Fiscalía.
Un primer informe dio cuenta de que los fallecidos eran 49 reclusos, en tanto que otros 30 resultaron heridos, por lo que fueron trasladados a hospitales de la región.
Castellanos no dio información sobre los guardianes que, según las primera versiones, resultaron afectados por el incendio.
El general Castellanos dijo a periodistas que, supuestamente, la tragedia comenzó con una riña que degeneró en un motín en el cual algunos presos prendieron fuego a colchones, lo que originó un incendio que se propagó por gran parte de la prisión de mediana seguridad.
La cárcel de Tuluá alberga a 1.267 reclusos y tiene una sobrepoblación del 17 %.
Según las primeras versiones, el incendio comenzó después de la 1.00 hora local (6.00 GMT) y aunque los bomberos de Tuluá llegaron rápidamente para controlar el fuego, muchas de las víctimas murieron por inhalación de humo.
El presidente colombiano, Iván Duque, que está de visita de trabajo en Portugal, lamentó la tragedia y expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas.
Duque dijo en su cuenta de Twitter que está en contacto con el director del Inpec y dio «instrucciones para adelantar investigaciones que permitan esclarecer esta terrible situación».
Por su lado, el presidente electo, el izquierdista Gustavo Petro, dijo en redes sociales que «lo acontecido en Tuluá, como la masacre en La Modelo (en marzo de 2020 en Bogotá), obliga a un replanteamiento completo de la política carcelaria de cara a la humanización de la cárcel y la dignificación del preso».
Petro expresó sus condolencias a los familiares de los presos muertos y agregó que «el Estado colombiano ha mirado la cárcel como un espacio de venganza y no de rehabilitación».
La noche del 21 de marzo de 2020 en la cárcel La Modelo, de Bogotá, murieron 24 presos en una revuelta de los reclusos que pedían protección frente a la pandemia del coronavirus. En esa ocasión adicionalmente hubo más de 90 heridos.