Por Camila Santiago
SANTO DOMINGO.- La reputación de las iglesias evangélicas dominicanas se ha visto manchada por la mención de sus miembros en los casos más trascendentes de corrupción administrativa en el país.
La historia de la pastora Rossy Guzmán en la “Operación Coral” parece repetirse, esta vez en el caso Medusa donde señalan a Rossana Vianela Pimentel, dirigente del Ministerio Casa de Zion, de haberse lucrado a través de sus empresas con más de mil seiscientos millones de pesos.
La situación de Pimentel no dista mucho de la acusación de la pastora Rossy, y es que según el organismo judicial, Vianela a través de su empresa Comercial Viaros, supuestamente recibió millones de pesos para suplir a las cárceles de alimentos que nunca fueron entregados.
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La frase “Un ministerio para la familia” reza a las afueras de la iglesia cristiana, lo que pudiera ser irónico ante el hecho de que en el documento del MP figuran también dos de los hijos y una nuera de Vianela Pimentel.
Su hijo César Rizik Pimentel, gerente de “Getrant del Caribe”, empresa que es mencionada en múltiples ocasiones en el expediente por extraer sumas millonarias del erario público.
Vianela Pimentel y Rossy Guzmán, ambas líderes en la comunidad cristiana, propietarias de lujosas propiedades en sectores élite de la capital, acompañadas de sus hijos una se mantiene en espera de que el peso de la justicia penal y la divina, decidan ahora cuál será su suerte y la otra cumple 18 meses de prisión preventiva en Najayo Mujeres.