Haití.- Con la violencia de las pandillas criminales que azotan la vecina nación de Haití, otras ciudades enfrentan además la escasez de combustible y electricidad, que amenazan la vida diaria de millones de personas.
A los enfrentamientos en Puerto Príncipe, donde más de 230 personas murieron o resultaron heridas en la peligrosa barriada pobre de Cité Soleil (Ciudad Sol), se le suma el bloqueo por las pandillas de la actividad en las tres principales terminales petroleras del país.
Los grupos impiden regularmente el acceso a las instalaciones, deteniendo el flujo de combustible. En la ciudad costera de Jeremie, en el extremo suroeste de la isla, las estaciones de servicio han quedado sin combustible durante meses.
Los moradores se ven obligados a recurrir al mercado negro, donde la gasolina y el diésel están fácilmente disponibles pero a precios seis veces más altos que la tarifa establecida por el gobierno.
«Puedes encontrar combustible en todas partes, excepto en las estaciones de servicio», según Yvon Janvier, un maestro de derecho.