REINO UNIDO.- El féretro de la reina permanecerá en capilla ardiente en el palacio de Westminster desde las 17H00 (hora local) de esta jornada hasta el próximo lunes 19 de septiembre.
Miles de personas han comenzado a concentrarse este miércoles en las calles del centro de Londres (capital) para dar el último adiós a la monarca Isabel II, fallecida el pasado jueves 8 de septiembre a los 96 años, luego de siete décadas de reinado.
Antes de su llegada a la capital británica, los restos de Isabel II permanecieron durante dos días en la capilla Saint Giles, en Edimburgo, adonde se calcula asistieron cerca de 33.000 personas a ofrecer póstumo homenaje.
En Londres, el féretro de la reina permanecerá en capilla ardiente instalada en el palacio de Westminster desde las 17H00 (hora local) de esta jornada hasta el próximo lunes 19 de septiembre, cuando se traslade a la Abadía de Westminster, donde tendrá lugar el funeral de Estado, que contará con al menos 1.500 invitados, incluidos presidentes y jefes de Estado o Gobierno.
De acuerdo con un comunicado de la Casa Real, el rey Carlos III y sus hijos, los príncipes William y Harry, escoltarán a pie el armón militar que trasladará el sarcófago hasta la capilla ardiente.
Según precisó la ministra de Cultura del Reino Unido, Michelle Donelan, muchos de los asistentes a rendir tributo ante el ataúd donde descansan los restos mortales de la reina deberán hacer fila durante cerca de 30 horas.
La representante del Gobierno británico apuntó que se esperan colas extremadamente largas, por lo que advirtió a las personas estar preparadas para soportar horas de pie y bajo las inclemencias del tiempo.
En este sentido, las autoridades del Reino Unido han anunciado que el palacio de Westminster estará abierto día y noche, y estiman que casi un millón de personas acudan a Londres a hacer kilómetros de fila para presentar sus respetos durante los días en que esté abierta la capilla ardiente.
El próximo lunes el Reino Unido despedirá oficialmente a su reina tras 11 jornadas de intenso luto. Su féretro descansará en una bóveda real bajo la Capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, ubicado en las afueras de Londres.