BEIRUT.- Al menos nueve personas murieron y otras 70 resultaron heridas hoy en un ataque con misiles perpetrado por las fuerzas gubernamentales sirias contra varios campos de desplazados en la provincia de Idlib, el último bastión opositor en el noroeste del país árabe.
Los denominados Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera en las áreas de Siria en manos de la oposición, explicaron en su cuenta de Twitter que la acción fue llevada a cabo con misiles tierra-tierra «cargados con bombas de racimo prohibidas internacionalmente».
Los proyectiles fueron lanzados contra una serie de campos para desplazados ubicados en el oeste de Idlib, donde su impacto causó la muerte de nueve personas, además de heridas a alrededor de 70 más, según el recuento de sus equipos de emergencias.
Los Cascos Blancos atribuyeron la autoría a las fuerzas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y también a su aliada Rusia, que interviene militarmente en la nación desde 2015.
Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, una ONG con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores sobre el terreno, afirmó en un comunicado que los proyectiles fueron lanzados por efectivos sirios desplegados cerca de la base aérea de Neirab, en la vecina provincia de Alepo.
Varios niños entre las víctimas
La organización confirmó el fallecimiento de nueve personas a causa de la acción, tres de ellos niños, y elevó el número de heridos a 77.
De acuerdo con la nota, al menos cinco campamentos distintos fueron alcanzados, por lo que la mayoría de las víctimas son personas desplazadas, una comunidad que conforma casi dos tercios de la población total de Idlib, de 3,4 millones de personas.
La demarcación administrativa está dominada principalmente por el Organismo de Liberación del Levante, alianza islamista en la que se incluye la exfilial siria de Al Qaeda, y es considerada el último bastión opositor del país árabe.
Pese a que Rusia y Turquía, valedora de la oposición, acordaron en marzo de 2020 establecer un alto el fuego en la región, la violencia continúa a menor escala más de once años después del estallido del conflicto armado en Siria.