VARSOVIA.- La OTAN no considera que Rusia haya atacado a Polonia y cree que el misil que cayó en ese país y mató a dos personas procedía de la defensa aérea de Ucrania. El presidente de Polonia, Andrzej Duda, ha declarado que «es probable» que el misil «fuera lanzado por Ucrania» y ha agregado que «nada indica» que se tratara de un «ataque intencionado contra Polonia».
El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, por su parte, ha confirmado que su país no invocará el artículo IV de la OTAN que prevé consultas entre aliados cuando esté amenazada «la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes».
Duda ha añadido que «lo más probable es que el misil fue fabricado en la Unión Soviética» y del modelo S300.
Respecto al Artículo IV de la OTAN Morawiecki ha agregado: «Sin embargo es una herramienta que todavía está en nuestras manos».
«Ayer fuimos testigos de un ataque masivo contra Ucrania. Todo el territorio ucraniano fue bombardeado, especialmente las zonas próximas a las fronteras de Ucrania» ha dicho Duda. «Ucrania se estaba defendiendo contra el ataque, así que la culpa de todo el incidente es de Rusia», ha dicho el presidente polaco.
Reacciones al lanzamiento del misil en Polonia
En la tarde del martes se registró el impacto de un misil en un silo al aire libre de la ciudad polaca de Przewodów (este), situada a unos 20 kilómetros de la frontera con Ucrania, en el que murieron dos personas.
Rusia ha calificado de «histérica» la reacción de Polonia y de otros países al incidente del misil y ha insistido en que el cohete, identificado en Moscú como un proyectil antiaéreo S-300, fue lanzado por Ucrania, quien lo niega y dice que fueron «misiles rusos los que impactaron».
«Tiene sentido destacar la reacción contenida y más profesional de Estados Unidos y su presidente (Joe Biden)», que contrastó con la «absolutamente histérica de Polonia y otros países», ha dicho el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa telefónica diaria.
Por su parte, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dmitri Medvédev, afirma que la caída de un supuesto misil ruso demuestra que Occidente libra una guerra híbrida contra Rusia y aumenta así la posibilidad de una nueva guerra mundial.
China ha pedido «mantener la calma» a todas «las partes involucradas».
Mientras, Francia ha afirmado que el incidente en suelo polaco muestra «la violencia» de la guerra lanzada por Rusia contra Ucrania y confía en que la cumbre del G20 pueda servir para «empujar» a Moscú hacia una «desescalada».
Rusia y Ucrania se acusan mutuamente del lanzamiento del misil
El Ministerio de Defensa de Rusia ha afirmado que el misil pertenece al arsenal ucraniano, según especialistas militares rusos que analizaron las fotografías de los fragmentos del proyectil, mientras que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha reiterado que fueron «misiles rusos los que impactaron».
En un mensaje publicado en su página web, Zelenski, por su parte, se ha referido a este incidente que está siendo investigado por la OTAN, dado que se produjo en territorio de uno de los países de la Alianza, y que ha agravado la tensión entre los países occidentales y Rusia.
Los líderes europeos en el G20 celebran hoy una reunión por la explosión en Polonia
Los líderes de la Unión Europea (UE) presentes en la cumbre del G20 en Indonesia van a celebrar hoy una reunión de «coordinación» para hablar de la explosión de la víspera en Polonia, según anunció el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
Michel tomó esta decisión tras conversar telefónicamente con el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, y asegurarle «la plena unidad y solidaridad de la UE en apoyo de Polonia», manifestó en su cuenta en Twitter.
El G20 concluye con una condena mayoritaria a Rusia y menos tensiones
El G20, por su parte, ha concluido hoy con una declaración donde la mayor parte de sus miembros condenan la guerra de Ucrania, en una cumbre que elevó el aislamiento diplomático de Rusia y que al mismo tiempo rebajó la confrontación entre los distintos bloques de países.
Una «mayoría» de los integrantes del G20 rechazó la invasión rusa del país vecino y llamó a la retirada inmediata de tropas de ese país de territorio ucraniano, en un comunicado que no obstante admite que hubo «otras posturas» sobre la situación en Ucrania durante las discusiones en la isla indonesia de Bali.
Con estos malabares verbales y tras largas y duras negociaciones diplomáticas, el grupo de los Veinte logró sacar adelante una declaración conjunta que parecía imposible antes de la cita de Bali, que llegaba entre temores de una nueva guerra fría y que además se vio alterada por el incidente en Polonia de la víspera.
La declaración de Bali incluye una mención explícita a la guerra de Ucrania, algo que hasta ahora rechazaban Rusia, China o la India, y que se consiguió encajar en el comunicado conjunto con el citado matiz de que los países siguen enrocados en sus posturas y aludiendo a una resolución previa de la ONU.
La mención a la guerra fue de hecho el párrafo «disputado» del documento, según ha dicho el líder de Indonesia, Joko Widodo, quien ocupa la presidencia de turno del G20, en una rueda de prensa al término de la cumbre.
El presidente indonesio pide cautela y rebajar la confrontación
«En primer lugar, siento lo ocurrido en Polonia. Urjo a todas las partes a que permanezcan en calma y eviten escalar las tensiones. Siempre he dicho que la guerra solo trae devastación, y que debemos pararla», ha añadido el presidente indonesio.
Jokowi ha eludido responder directamente a si los últimos acontecimientos, la andanada de misiles rusos en Ucrania y la explosión de un misil en Polonia, habían amenazado que se consiguiera cerrar el documento, subrayando únicamente las dificultades para sacarlo adelante.