SANTO DOMINGO.- En el Congreso Nacional ven como una insensatez que perjudicará principalmente al pueblo haitiano, el cierre indefinido de la frontera, en protesta por el supuesto trato denigrante que reciben durante las deportaciones. Sin embargo la República Dominicana tiene en juego 829 millones de dólares que genera el intercambio comercial.
Tras el cierre de la frontera, por Juana Méndez, quedaron varados decenas de camiones repletos de mercancías para exportar a Haití y vender en el mercado binacional, pero en la Cámara Baja, existe la confianza de que las circunstancias no detendrán el comercio bilateral.
El detonante de esta situación son las graves denuncias de violaciones a los derechos humanos de los inmigrantes al momento de las repatriaciones.
Precisamente el supuesto racismo al que hace referencia Estados Unidos en un comunicado, sigue generando malestar en el Congreso Nacional.
Ante la inercia de los organismos internacionales a tomar acciones concretas en Haití, los congresistas vuelven a proponer una cumbre en la que participen todas las fuerzas vivas dominicanas.
Por primera vez desde que se agudizó la crisis haitiana, los sectores empresarial y comercial dominicanos, que mantuvieron el ritmo de intercambio, podrían importantes pérdidas.