LIMA.- Al menos 13.869 aves marinas silvestres, la mayoría de ellas pelícanos, han muerto por la influenza aviar tipo H5N1 en distintos puntos de la costa peruana, informó este martes el Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor).
El Serfor detalló en un comunicado que ha localizado 10.257 pelícanos fallecidos, 2.919 piqueros marinos y 614 camanay, entre otras especies.
Perú declaró una alerta sanitaria el pasado jueves 24 de noviembre por 180 días en todo el territorio nacional ante la presencia de este tipo de influenza aviar altamente patógena.
Especialistas de las Administraciones Técnicas del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (ATFFS) y de AgroRural están siendo desplegados en todo el litoral peruano, principalmente en Piura, Lambayeque, La Libertad, Ancash, Ica, Moquegua, Tacna y Lima, para monitorear y vigilar el estado de las especies.
Además, hay un equipo especial que viajará a Piura para tomar muestras de laboratorio a lobos marinos y aves silvestres fallecidos durante esta semana en esa ciudad norteña, para determinar las causas de su deceso, y comprobar si fueron infectados por el virus.
Tanto el organismo como el Ministerio de Salud destacaron este martes la importancia de que las personas no se acerquen a las aves marinas, ya estén heridas o muertas, a fin de evitar el contagio a otras aves de corral o mascotas.
Por otra parte, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria de Perú (Senasa) anunció que este lunes activó un cerco epidemiológico en la región norteña de Lambayeque para controlar el primer brote «Influenza A H5N1» detectado en una finca de crianza de aves, puesto que hasta la fecha solo se habían registrado en pelícanos y otras especies silvestres.
La activación de un cerco epidemiológico en esta finca, en el distrito de San José, en Lambayeque, va a permitir «mantener bajo control el brote con una vigilancia epidemiológica permanente», según el Senasa.
La autoridad, adscrita al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego, subrayó que el hallazgo de este caso en aves de traspatio o corral «no representa riesgos para el consumo de carne o huevos de aves domésticas».
Pero, como esta enfermedad tiene la capacidad de diseminarse a gran velocidad, exhortó a los criadores de gallos y a los productores avícolas a «reforzar las medidas de bioseguridad en sus predios, a fin de evitar el ingreso de la enfermedad a sus explotaciones».