REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El SIDA es una de las enfermedades más letales que existen. Según los datos de las Naciones Unidas, ha afectado a más de 84 millones de personas desde que se diagnosticara por primera vez, en el año 1981. Precisamente, este período tiene una gran importancia, ya que está directamente relacionado con lo que se conoce como el ‘Día Mundial de la lucha contra el SIDA’.
Esta fecha se produce cada uno de diciembre en todo el mundo, y tiene varios objetivos. La concienciación o la investigación de esta enfermedad están incluidos, pero una de las principales metas es acabar con el estigma de las personas afectadas, y descriminalizarlas. Por lo tanto, conseguir la igualdad es un concepto prioritario para todas las organizaciones que abordan este tema.
El primer diagnóstico, el uno de diciembre de 1981
En primer lugar, cabe mencionar el motivo por el cual el uno de diciembre es la jornada escogida para conmemorar el ‘Día Mundial de lucha contra el SIDA’. ‘ONUSIDA’, la plataforma de Naciones Unidas, señala directamente el motivo de este acontecimiento. Para ello, hay que remontarse hasta el año 1981, en los últimos tiempos del siglo XX.
Es en este período, el uno de diciembre de 1981, cuando se realizó el primer diagnóstico de la enfermedad conocida con el nombre de ‘SIDA’. La organización es muy clara sobre esta afección, ya que consideran que la evolución contra el VIH ha decaído en los años de aparición de la pandemia de la COVID-19, que ha paralizado durante algunos meses a todo el planeta.
Concienciación, igualdad e investigación, los grandes objetivos
Por otro lado, hay que destacar los objetivos que tiene esta jornada. Se intenta favorecer la concienciación y la investigación para combatir esta enfermedad. Además, también se persigue conseguir la igualdad para las personas afectadas. Según apunta ‘ONUSIDA’, la organización de Naciones Unidas, se deben abordar las ‘desigualdades’ que existen.
Desde la organización, se apunta a que “debemos acabar con el estigma hacia las personas que viven con el VIH y las comunidades marginadas. Y para ello necesitamos la colaboración de todos y cada uno de los líderes: líderes políticos, líderes confesionales, líderes tradicionales y líderes culturales. Unámonos todos. Démonos más. Trabajemos por la igualdad”.
La COVID-19 agrava los cuadros
Otro de los aspectos más destacados que se deben tener en cuenta es la relación que tienen el VIH y la COVID-19, dos de las enfermedades más mortales de la historia. Según ‘ONUSIDA’, las personas afectadas por estas afecciones cuentan con cuadros “más graves y tienen mayores comorbilidades”.
Por otro lado, también cabe destacar que las personas afectadas por el SIDA no tienen acceso a las vacunas que protegen contra el coronavirus, lo cual genera un problema muy importante para todos aquellos que padecen esta dura enfermedad.
Las estadísticas, un punto muy a tener en cuenta
Las estadísticas de las Naciones Unidas sobre esta afección no dejan lugar a dudas. De acuerdo con la institución, durante el 2021 650.000 personas fallecieron a consecuencia de enfermedades que tenían relación con el SIDA. La tasa de ciudadanos que convivían con este elemento era de 38,4 millones durante el 2021, y desde que comenzara la epidemia, han sido 84,2.
Uno de los datos más relevantes sobre el SIDA tiene que ver con el porcentaje de personas afectadas por esta enfermedad. En este caso, el 54% corresponden a mujeres y niñas, de acuerdo con los datos de Naciones Unidas. 1,7 millones de niños hasta 14 años en todo el mundo son afectados por esta afección.