REDACCIÓN- Decenas de migrantes, niños y adultos, se lanzaron al río Bravo en Matamoros, Tamaulipas, para entregarse a las autoridades estadounidenses y buscar que se les permita quedarse en el país.
La situación provocó la movilización de los cuerpos de seguridad de ese país para detenerlos al momento de llegar a su territorio.
Con colchones inflables y algunos salvavidas, mujeres y menores subían a la “lancha” y apoyados en las personas que también están en espera de asilo, pasaron el caudal que anteriormente ha provocado la muerte de centroamericanos y mexicanos que buscan el “sueño americano”.