REDACCIÓN- El número de muertos por la serie de tormentas que comenzó la semana pasada en California aumentó a 14, luego de que dos personas, una de ellas sin hogar, murieran por la caída de árboles.
Las nuevas precipitaciones inundaron las carreteras, azotando las costas con fuertes olas, convirtiendo los ríos en zonas de anegamientos y obligando a la evacuación de miles de personas en ciudades con antecedentes de deslizamientos de tierra mortales.
El Servicio Meteorológico Nacional registró hasta 35,5 centímetros (14 pulgadas) en zonas más altas del centro y sur de California. Tras un breve respiro, se espera que otra tormenta azote el estado, generando más problemas y saturando aún más las áreas ya amenazadas con inundaciones y flujos de escombros.
Las tormentas dejaron un legado de carreteras caóticas, amenazaron pueblos costeros y ribereños y dejaron a decenas de miles sin electricidad. Rige una alerta de inundaciones hasta el martes para toda el Área de la Bahía de San Francisco, junto con el Valle de Sacramento y la Bahía de Monterey.
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