REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El papa inició el viernes la segunda y última etapa de su peregrinaje africano poniendo rumbo a Sudán del Sur, donde espera impulsar el estancado proceso del paz del joven país y atraer la atención internacional sobre los continuos combates y el empeoramiento de la crisis humanitaria.
Francisco tenía un último acto en Kinshasa con los obispos de República Democrática de Congo antes de volar a la capital sursudanesa, Yuba. Allí, se unirá al arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y al moderador de la Iglesia de Escocia, el reverendo Iain Greenshields, en una novedosa iniciativa ecuménica por la paz.
Juntos representan el liderazgo religioso de esta nación abrumadoramente cristiana, que es la más joven del mundo tras independizarse de Sudán, de mayoría musulmana, en 2011. Pero el país se ha visto asediado por la guerra civil y los conflicto. Los líderes cristianos esperan lanzar un llamado conjunto a los dirigentes políticos para que dejen a un lado sus diferencias y trabajen por el bien de su pueblo.
Los continuos choques, incluyendo los que esta semana dejaron 27 muertos en el sur, han desplazado a alrededor de dos millones de personas y obstaculizaron la aplicación de un acuerdo de paz alcanzado en 2018. Pero los residentes señalaron que la primera visita papal de la historia a Sudán del Sur les daba esperanza.
“El papa nos traerá la paz”, dijo Monica Lado, de 40 años y de Yuba, en la víspera de la llegada de los tres religiosos.