Japón.- La aparición de una gran esfera metálica en una playa de Japón fue denunciada el martes por una mujer que vive en la zona y desató un mega operativo de autoridades locales que aún no logran determinar el origen de ese misterioso objeto.
Especialistas en explosivos descartaron que sea una bomba. Varios expertos vestidos con equipos de protección restringieron el acceso a la playa de Enshu, en la ciudad de Hamamatsu, para examinar esa bola gigante y concluyeron que no había riesgo de un estallido.
Un testigo contó a la cadena de televisión japonesa NHK que recientemente había ido a esa playa a correr y se sorprendió por toda la atención que recibía ese objeto no identificado ya que, según él, se encuentra en ese lugar desde hace un mes. “Intenté empujarla, pero no se movía”, afirmó en una entrevista de la emisora.
La prensa local señaló que la esfera de hierro de un metro y medio de diámetro está oxidada y tiene un saliente en forma de asa que permitiría engancharla a otro elemento. Además, está hueca, según un estudio que le realizaron los expertos con un escáner de rayos X.
Según las autoridades de Hamamatsu, la bola será retirada de la playa en breve. Y advirtieron que se realizaron rastrillajes por la zona para descartar que haya más objetos extraños que resulten una amenaza para la comunidad local.
Reportes de la televisión local señalaron que fotografías del objeto ya se enviaron a las Fuerzas de Autodefensa de Japón y a expertos de la guardia costera.
Por otra parte, en las redes sociales se ha generado mucha especulación entre los usuarios sobre el origen de esta esfera y, a través de algunos comentarios, la han comparado con objetos de películas de catástrofes y de ciencia ficción. También hay algunas personas que sospechan que es un tipo de boya y estiman que provino del océano ya que aparentemente tiene crustáceos adheridos a su superficie.
Además, esta aparición surge en un momento donde hay gran interés por los descubrimientos de objetos no identificados en distintas partes del mundo luego de que Estados Unidos derribara el 4 de febrero un globo chino que según Washington forma parte de un programa de espionaje y que para Pekín tenía solo fines meteorológicos.