SANTO DOMINGO, RD- Hoy la República Dominicana conmemora el 179 aniversario de la Independencia Nacional, día en el que los dominicanos emprendieron un camino para escribir su propia historia y pusieron fin a la ocupación haitiana que se extendió por más de dos décadas.
Hoy, el presidente Luis Abinader encabezará una serie de actividades de Estado con motivo de la celebración del 179 aniversario de la Independencia Nacional.
Para las 10:00 de la mañana está pautada la llegada del mandatario a la explanada frontal de Congreso Nacional para recibir honores militares correspondientes y minutos después se dirigirá a la sala de la Asamblea Nacional desde presentará a la nación las memorias de las ejecutorias de pasado año de gobierno.
Concluida la alocución, el jefe de Estado sostendrá una reunión con el presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco y a la 1:00 de la tarde partirá hacia la Catedral Primera de América para, posterior a los honores militares de estilo, participar del _Te Deum_ por la conmemoración de la fecha de fundación de la República.
Tras finalizar el acto religioso, el gobernante se dirigirá al Altar de la Patria a depositar una ofrenda floral tras los recibir honores militares de su investidura.
A las 4:00 de la tarde, el presidente Luis Abinader recibirá los honores militares a su llegada a la avenida George Washington (Malecón) en su condición de jefe supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional y autorizará el inicio del desfile militar y policial en ocasión de la Independencia de la República.
HISTORIA
La guerra de la independencia dominicana fue el proceso histórico que inició con la proclamación de la República Dominicana y su separación de Haití en febrero de 1844.
Durante los 22 años que precedieron a la independencia, toda la isla de La Española estuvo bajo el dominio de Haití, a consecuencia de la ocupación por parte de este país del estado de Haití Español, surgido fugazmente en 1821 en la parte oriental de la isla.
La separación de Haití fue proclamada en la puerta de la Misericordia luego del disparo del trabucazo dado por el patricio Matías Ramón Mella en la madrugada del día 27 de febrero de 1844 y por el enhestamiento de la bandera tricolor en la puerta de El Conde por el patricio Francisco del Rosario Sánchez, ambos inspirados por los ideales del fundador de la nacionalidad, Juan Pablo Duarte.
El fin a la ocupación haitiana tuvo buena acogida en los residentes de la ciudad de Santo Domingo quienes hondearon banderas españolas en su mayoría y algunas francesas. Como respuesta, Charles Rivière-Hérard encabezó desde Haití una invasión que fue sofocada por el general Pedro Santana, secundado por el general Antonio Duvergé en la batalla del 19 de marzo de 1844 en Azua. Quedaron en el campo más de 1000 haitianos muertos,4 mientras que los dominicanos solo sufrieron 2 muertos y 3 heridos. No obstante Hérard en su retirada incendió el pueblo de Azua, fusilando a los prisioneros que había hecho. El 30 de marzo de ese mismo año las fuerzas dominicanas al mando del general José María Imbert en compañía de Fernando Valerio en su «Carga de los Andulleros» derrotaron al ejército invasor haitiano, el cual en su repliegue cometió numerosas fechorías, robos e incendios hasta llegar a Haití. La primera batalla naval se libró el 15 de abril de 1844. El resultado de la batalla fue que los dominicanos hundieron tres buques enemigos, sin perder ni uno solo de los suyos.
En mayo de 1845 el general Pedro Santana asistido por el general Antonio Duvergé y el general José Joaquín Puello, vencieron a las tropas haitianas en la Estrelleta y en Beller y capturaron en Puerto Plata a la escuadra haitiana que había bombardeado esa población causando cuantiosos destrozos. En marzo de 1849 el presidente de la República de Haití.
En 1801, Toussaint Louverture, líder de la revolución haitiana, llegó a Santo Domingo y proclamó la abolición de la esclavitud en nombre de la República Francesa. Poco después Napoleón envió un ejército que sometió toda la isla y la gobernó durante unos meses. Los negros y mulatos de la parte occidental de la isla se alzaron nuevamente en contra de los franceses en octubre de 1802 y finalmente los derrotaron en noviembre de 1803. El 1 de enero de 1804, los vencedores declararon a Saint-Domingue como la república independiente de Haití.
Después de la derrota a manos de los haitianos, una pequeña guarnición francesa permaneció en la parte oriental de la isla, zona donde la esclavitud fue restablecida y de la que muchos de los emigrantes colonos españoles habían emigrado. En 1805, tras coronarse emperador, Jean-Jacques Dessalines invadió la parte oriental y llegó hasta la ciudad de Santo Domingo, pero tuvo que retirarse ante la resistencia de un escuadrón naval francés. Durante su retirada a través del Cibao, los haitianos saquearon las ciudades de Santiago y Moca, matando a la mayoría de sus residentes.
Los franceses gobernaron en la parte oriental de la isla hasta que fueron derrotados por los habitantes españoles en la batalla de Palo Hincado el 7 de noviembre de 1808, hecho que les obligó a concretar la rendición definitiva de Santo Domingo, el 9 de julio de 1809, bajo la presión de la Marina Real Británica.
No obstante, las autoridades españolas mostraron poco interés en su colonia restaurada por lo que este período de la historia se conoce como España Boba. Este desinterés por la colonia de Santo Domingo se debió a la ocurrencia de la Guerra de la Independencia Española contra los franceses y al proceso independentista que surgió en muchas de las colonias españolas en América. El agotamiento de las riquezas de la colonia provocó el desinterés de la metrópoli para la producción de nuevas riquezas y bienes. Paralelamente, los grandes ganaderos llegaron a tener un fuerte liderazgo en el sureste, donde la «ley del machete» gobernó por un tiempo.
El 1 de diciembre de 1821, el excapitán general y escritor José Núñez de Cáceres declaró la independencia de la colonia, llamándola Estado independiente de Haití Español, a la vez que solicitó la incorporación del nuevo estado a la Gran Colombia.