REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Los equipos de emergencia trabajan este jueves por sacar más cuerpos de los restos calcinados tras un choque frontal de trenes en el norte de Grecia que dejó al menos 43 muertos.
El choque entre un tren de pasajeros y un tren de mercancías el martes por la noche dejó varios vagones convertidos en amasijos de acero y obligó a la gente a romper las ventanas para escapar.
Cincuenta personas seguían hospitalizadas, la mayoría en la ciudad central de Larissa, seis de ellas en cuidados intensivos.
La sombría labor de recuperar los restos humanos avanzaba “centímetro a centímetro”, dijo el vocero del servicio de bomberos Yiannis Artopios.
La asociación de trabajadores ferroviarios convocó huelgas que paralizaron los servicios nacionales de ferrocarril y el metro en Atenas. Protestaban por sus condiciones de trabajo y lo que describieron como una peligrosa falta de modernización de la red de ferrocarril debido a la falta de inversión pública durante la grave crisis financiera, que duró la mayor parte de la década anterior y llevó a Grecia al borde de la bancarrota.
La causa del siniestro aún no estaba clara, aunque un jefe de estación arrestado tras el desastre debía comparecer el jueves ante una corte, dentro de una pesquisa judicial para aclarar por qué los dos trenes viajaban en direcciones opuestas por la misma vía.