La gran familia que ha formado Roberto Cavalli suma un nuevo miembro con la llegada al mundo de su sexto hijo. El diseñador de 82 años comparte su vida con la modelo sueca Sandra Nilsson-Bergman, de 38 años, y tras más de quince años de sólida relación han dado el importante paso de tener su primer hijo en común. Ha sido el propio modisto italiano quien ha confirmado la buena noticia en una entrevista a la revista Novella 2000 en la que ha contado que el nacimiento de su bebé se produjo la semana pasada. «Sandra está bien. El bebé nació hace una semana en Florencia, es hermoso y fue muy emotivo verlo justo después de nacer», ha expresado.
Roberto y Sandra han llamado Giorgio a su hijo, una nombre lleno de significado para el diseñador ya que así se llamaba a su padre, al que perdió cuando tenía solo cuatro años y cuya ausencia ha marcado su vida. El propio Cavalli ha explicado que su progenitor falleció al ser disparado por soldados alemanes en 1944, durante la masacre de Cavriglia, una región de la Toscana. Trabajaba como topógrafo en una mina y su muerte causó un gran impacto en su familia, aunque el empresario tiene la certeza de que la vida le ha recompensado tras esa tragedia. De estas experiencias habla en su autobiografía, que ha sido también grabada para llevar a la gran pantalla.
El precursor de la moda, que ha vestido a iconos internacionales como Nieves Álvarez, Jennifer Lopez, Kim Kardashian y Bella Hadid, ha sido padre en cinco ocasiones anteriores fruto de dos relaciones. En 1964 se casó con Silvanella Giannoni, con la que estuvo una década y tuvo a Tommaso y Cristiana. Tras su ruptura rehízo su vida al lado de la Miss Universo austriaca Eva Whener, con la que se casó en 1980 y quien le ayudó activamente en su firma. Tuvieron a Rachele, Daniele y Robert. En 2010 llegó a su vida Sandra Bergman, Miss Suecia en 2006, con la que forma una pareja muy estable que atraviesa ahora un momento mágico con el nacimiento de su niño.
Volcado en su familia
Cuando Cavalli acompañó al altar a su hija mayor reconoció que durante la infancia de Cristiana siempre estaba viajando por el mundo y ocupado con su trabajo, pero que los veranos los dedicaba por entero a navegar con los niños en su yate. Ahora sus compromisos también son intensos, aunque disfruta de una vida más relajada que le permitirá disfrutar del crecimiento de Giorgio. El diseñador y su pareja tienen fijada la residencia en Italia y también tienen en propiedad la isla Stora Rullingen, ubicada muy cerca de Estocolmo y con una villa de cuatro dormitorios, pabellón de caza y campo de golf.