REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Más de 1,300 líderes de la Iglesia anglicana mostraron desde Kigali, donde se celebra desde la última Conferencia Global del Futuro Anglicano (GAFCON), su rechazo a una moción aprobada por su Sínodo general que les permite «bendecir» a las parejas homosexuales casadas o unidas en ceremonias civiles.
«Lamentablemente, con el corazón roto, debemos decir que, a menos que el arzobispo de Canterbury se arrepienta (de aprobar esa moción), ya no podremos reconocerlo como líder espiritual de la Iglesia anglicana», dijo la pasada noche el segundo primado y arzobispo de la Iglesia anglicana en Norteamérica, Foley Thomas Beach.
«Debe cambiar de opinión y arrepentirse», añadió Beach, a cuyas palabras se sumaron líderes procedentes de 53 países, reunidos en la capital de Ruanda.
Asimismo, muchos mostraron su rechazo por la decisión de nombrar al reverendo David Monteith, que ha confesado tener una pareja de su mismo sexo, como decano de Canterbury.
Por ejemplo, el arzobispo anglicano en Ruanda, Laurent Mbanda, se describió «muy triste» por el apoyo al matrimonio entre personas del mismo sexo por parte de algunos sectores de la Iglesia de Inglaterra, una emoción que aseguró compartir con numerosos líderes religiosos.
La polémica empezó el pasado mes de febrero, cuando el Sínodo general de la Iglesia anglicana aprobó una moción que permite a sus sacerdotes «bendecir» a las parejas del mismo sexo, pero no oficiar su matrimonio, después de años de discrepancias.
«Ha sido un largo camino para llegar a este punto», dijo entonces el arzobispo de Canterbury y primado del anglicanismo, Justin Welby, que reconoció que la medida será insuficiente para unos y demasiado para otros en esta comunión.
Los miembros del sínodo también aprobaron «lamentar y arrepentirse» del fracaso de la Iglesia para acoger a las personas LGBTQI+ y «por el daño que las personas LGBTQI+ han experimentado y experimentan en las iglesias».