Redacción Internacional.- Después de ser protagonista de diversos episodios desafortunados para ella tanto en lo deportivo como en lo extradeportivo, Simone Biles volvió a sonreír después de contraer matrimonio con Jonathan Owens, jugador de los Houston Texans de la National Football League (NFL).
“Lo hice. Oficialmente ya soy una Owens”, escribió la gimnasta estadounidense en sus redes sociales junto a las fotos del momento en cuestión. “Eres mi persona favorita para el resto de mi vida. Te quiero”, añadió en la publicación de Instagram en donde se los vio muy felices mientras participaban de toda la ceremonia.
La historia de ambos deportistas se remonta al año 2020, cuando el planeta estaba atravesando uno de los peores años de la pandemia por coronavirus. En medio del caos surgió el amor cuando comenzaron a hablar a través de una app de citas online. Cabe señalar que antes de agregarse a Instagram, el ex jugador de Arizona Cardinals no tenía idea de con quién estaba hablando.
“No sabía quién era. Simplemente no había oído hablar de ella, y cuando le dije eso, esa fue una de las cosas que le gustó”, reconoció en la serie documental “Simone Vs Herself” que se emitió a través de Facebook Watch.
Ese mismo año, la gimnasta oficializó el noviazgo ante sus más de 6 millones de seguidores con una foto en la que aparecían los dos juntos: “Solo somos nosotros”, escribió.
Dos años más tarde, una nueva publicación sorprendía a sus fanáticos cuando Biles compartió varias fotos de ellos dentro de un gazebo: “No puedo esperar para pasar por siempre y para siempre contigo, ¡eres todo lo que soñé y más! vamos a casarnos”, comentó emocionada el pasado 15 de septiembre del 2022. En esas imágenes aparecía Owens arrodillado con el anillo en la mano.
Esta celebración del amor llegó después de un tiempo turbulento para la joven atleta de 26 años, atravesado por su abrupta salida de los Juegos Olímpicos de Tokio, tras acusar problemas de ansiedad y depresión que la estaban afectando a su salud mental.
En medio de eso, la estadounidense también debió presentarse a los juzgados por una demanda a la agencia de investigaciones por fallar en la detección de Larry Nassar. En aquel momento (junio del 2022), la campeona olímpica y decenas de otras mujeres, que denunciaron haber sido víctimas de abuso sexual, reclamaron al FBI más de 1.000 millones de dólares por no haber actuado contra el ex médico del equipo nacional cuando la agencia recibió las primeras acusaciones.
La última aparición pública de la deportista fue durante un evento en el Auditorio Nacional de México en septiembre del 2022. Allí dio un emotivo discurso en el que intentó explicar lo que había vivido durante los meses anteriores: “Yo quería dejar un impacto en la gimnasia, pero no por las medallas que he ganado, sino en la comunidad, que sepan que está bien no sentirse bien. No hay vergüenza, puedes pedir ayuda, tienes que escuchar a tu cerebro”.
“Mi situación mental no era la ideal, todo en su conjunto no estaba bien. Sabía que existirían juicios, pero competía para mí. Luego regresé para competir en la viga, gané bronce; muchos se decepcionaron, pero ese bronce fue un oro personal. Tomé esa decisión para decirle a otros atletas que está bien decir no puedo. Ahora tenemos la oportunidad de expresar a nuestros entrenadores nuestros sentimientos. Abrimos la puerta de la salud mental”, sentenciaba.