REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El fiscal especial John Durham, que fue designado para investigar los vínculos entre la campaña electoral del expresidente estadounidense Donald Trump en el 2016 y Rusia, concluyó su investigación y llegó a la conclusión de que la investigación del FBI contra el candidato republicano se había basado en datos “no analizados y no verificados”.
De acuerdo con el informe de Durham, publicado este lunes, el fiscal considera que el FBI no cumplió con sus estándares y no pudo “analizar críticamente la información que iba en contra de la narrativa de una relación conspirativa entre Trump y Rusia a lo largo de ‘Crossfire Hurricane’ [denominación del caso del expresidente], que es extremadamente problemático”.
El fiscal afirma que la forma en que el FBI abordó los aspectos clave del caso fue “gravemente deficiente”, subrayando así que el organismo federal no cumplió con su responsabilidad ante el público, causando un “grave daño a su reputación”. Señaló que este fracaso del FBI podría haberse evitado si los agentes no hubieran aceptado “información seriamente defectuosa” y hubieran seguido sus “propios principios relativos a la objetividad y la integridad”.
Al mismo tiempo, Durham señala que el organismo federal llevó a cabo la investigación de Trump de manera diferente a otras pesquisas de este tipo, incluyendo varias que involucran a su rival demócrata en el 2016, Hillary Clinton.
Así, según el informe, cuando se enteró de que un gobierno extranjero no identificado estaba tratando de influir en la campaña de Clinton con contribuciones políticas, el FBI actuó con cautela y al final proporcionó “sesiones informativas defensivas” tanto a ella como a algunos miembros de equipo de campaña, mientras que Trump no recibió tal posibilidad antes de que el FBI abriera el caso.