SANTO DOMINGO.- El presidente de la Cámara de Cuenta, Janel Ramírez, ha expresado su desaliento y frustración al no recibir el respaldo necesario en su batalla por el cumplimiento de los procesos normativos en la institución encargada de supervisar el uso de los recursos públicos.
Durante una entrevista, Ramírez manifestó sentirse solo en su lucha contra la corrupción, afirmando que la verdadera lucha contra este flagelo en el país parece ser una farsa. Afirmó que nadie quiere tomar medidas concretas para enfrentar la corrupción, lo cual se refleja en la falta de apoyo que ha encontrado en su intento por garantizar la transparencia y el cumplimiento de los procesos en la Cámara de Cuentas.
El presidente de la Cámara de Cuentas señaló que ha buscado acercarse a diversas personas e instituciones en busca de apoyo, pero hasta el momento no ha obtenido los resultados esperados. Adicionalmente, destacó que está pagando un alto precio por su postura y animó a la población a involucrarse y conocer más sobre el trabajo de la entidad.
Ramírez descartó que el estancamiento en la Cámara de Cuentas se deba a problemas de egos o falta de gerencia, y explicó que al asumir el cargo encontró más de 150 auditorías en diferentes etapas, algunas de las cuales estaban listas para ser presentadas al pleno, pero no fueron emitidas por la gestión anterior. En su opinión, es necesario contar con un equipo técnico diferente para revisar la calidad de estos trabajos y asegurar que cumplan con las normativas correspondientes.
Ante las críticas sobre la politización de la Cámara de Cuentas, Ramírez evitó entrar en detalles y enfatizó que se mantiene enfocado en los aspectos técnicos. Sin embargo, aseguró que la calidad y la tecnificación son aspectos fundamentales para la institución y destacó la importancia de cumplir con la ley.
A pesar de los obstáculos, Ramírez afirmó que la Cámara de Cuentas aún puede ser salvada. Propuso la creación de un equipo de personas competentes y meritorias, así como la contratación de juristas especializados en derecho administrativo para brindar capacitación intensiva a los miembros de la institución. También subrayó la importancia de cumplir con la ley y la necesidad de implementar medidas de monitoreo en línea para prevenir irregularidades.
En relación a un posible juicio político y su destitución, el presidente de la Cámara de Cuentas declaró que no teme las consecuencias, ya que está convencido de haber hecho lo correcto y confía en que, después de este proceso, estará en una mejor situación.
En cuanto a las acusaciones de presunto acoso en su contra, Ramírez mencionó que aún no ha sido interrogado al respecto y negó haber realizado preguntas inapropiadas. Concluyó expresando su compromiso con su profesión y su determinación de enfrentar los desafíos que se le presenten.