EE.UU. – Donald Trump regresó a la campaña este sábado, acompañado por el asesor acusado Walt Nauta, mientras el expresidente calificaba su propia acusación federal de «interferencia electoral» y decía a los republicanos de Georgia que [la acusación] representaba un abuso de poder por parte de la administración Biden.
«Esto es un sicariato político. Los republicanos reciben un trato muy diferente en el Departamento de Justicia que los demócratas», dijo Trump, que no ofreció ninguna prueba de sus afirmaciones en una convención estatal del Partido Republicano en Columbus.
Las declaraciones fueron su primera respuesta pública desde que el Departamento de Justicia hizo pública su acusación de que el expresidente y un ayudante manipularon indebidamente documentos clasificados.
Trump, que es visto como el favorito para la candidatura presidencial del Partido Republicano en 2024, se enfrenta a un total de 37 cargos, incluidos 31 cargos de retención deliberada de información de defensa nacional. Nauta, el «guardaespaldas» o ayudante personal de Trump, que suele estar al lado del expresidente, se enfrenta a seis cargos, entre ellos varios relacionados con obstrucción y ocultamiento.
En un discurso de unos 80 minutos en Georgia, Trump negó haber hecho nada malo y describió la investigación como «un día triste para el país.»
«Nuestra gente está enfadada», dijo sobre su segunda acusación en menos de tres meses, con las investigaciones sobre los esfuerzos de interferencia electoral en Georgia y sus acciones en torno al 6 de enero de 2021 en Washington amenazando con plantear nuevos problemas legales.
Trump dijo a la audiencia de Georgia que cualquier otro republicano a la cabeza de la candidatura del partido para 2024 se enfrentaría a un escrutinio similar y a desafíos legales.
«¿Alguien más? No van a resistir ese fuego», dijo.
El expresidente amplió ese mensaje durante sus declaraciones en la convención del Partido Republicano de Carolina del Norte en Greensboro más tarde este sábado.
«Me presento ante ustedes hoy como el único candidato que tiene lo que se necesita para aplastar este sistema corrupto y drenar verdaderamente el pantano», dijo Trump, «y soy el único al que no quieren que lo haga».
Múltiples batallas
Los discursos de este sábado en Georgia y Carolina del Norte demostraron cómo está respondiendo Trump –con encendidos ataques políticos contra el Departamento de Justicia de Biden ante audiencias amigas– mientras monta batallas tanto en el frente político como en el legal.
«La ridícula e infundada acusación contra mí por parte del Departamento de Injusticia de la administración Biden pasará a la historia como uno de los más horribles abusos de poder en la historia de nuestro país», dijo el expresidente.
Las declaraciones de Trump recordaron a su primer mitin tras el registro de su mansión de Mar-A-Lago por el FBI el verano pasado. En un discurso ante sus partidarios en Wilkes-Barre (Pensilvania) en septiembre, Trump acusó a Biden de convertir en armamento a las fuerzas de seguridad federales en lo que calificó como «uno de los abusos de poder más espeluznantes de cualquier administración en la historia de Estados Unidos».
Está previsto que el expresidente comparezca este martes ante un tribunal federal de Miami, donde se le leerán los cargos que se le imputan. Este sábado dijo a Politico que no prevé aceptar un acuerdo de culpabilidad si se lo ofrecen y volvió a prometer que seguirá en la carrera de 2024, incluso si es declarado culpable.
Este sábado en Georgia, volvió a calificar al fiscal especial Jack Smith de «trastornado» y dijo que el caso contra él era una «broma».
Smith habló públicamente el viernes en el Departamento de Justicia tras hacerse pública la acusación y dijo que su oficina buscaría un «juicio rápido». Instó a los estadounidenses a leer el acta de acusación en su totalidad para comprender la «gravedad de los delitos imputados.»
La noticia de la acusación de Trump el jueves fue recibida en su club de golf de Bedminster en Nueva Jersey con la creencia de que se beneficiaría políticamente a medida que los conservadores se unieran a su alrededor.
Trump pasó la mañana de este viernes en Bedminster jugando al golf con el representante de Florida Carlos Giménez, mientras sus aliados hacían rondas de llamadas telefónicas para apuntalar el apoyo al expresidente.
Después de que la acusación se dio a conocer este viernes, la preocupación comenzó a hacerse patente, una fuente familiarizada con el estado de ánimo en Bedminster dijo a CNN, a medida que asistentes de Trump comenzaron a reconocer las implicaciones legales. Su equipo sigue pensando que Trump probablemente se beneficiará políticamente –al menos en el corto plazo– dijo la fuente, pero los ayudantes se han vuelto más cautos ante cómo la acusación se desarrollará legalmente.
Trump ha evitado durante mucho tiempo la culpabilidad legal en su vida personal, profesional y política. A lo largo de los años ha resuelto de manera privada una serie de pleitos civiles y ha pagado para salir airoso de litigios relacionados con la Organización Trump. Como presidente, fue acusado en dos ocasiones por la Cámara de Representantes, liderada por los demócratas, pero evitó ser condenado por el Senado.
Pero tras dejar el cargo, las investigaciones penales del Departamento de Justicia sobre la supuesta retención de información clasificada en el complejo Mar-a-Lago de Trump y sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020 arrojaron negros nubarrones sobre el expresidente. La investigación de Smith sobre el 6 de enero de 2021 y los esfuerzos por anular las elecciones sigue en curso.
En marzo, el fiscal del distrito de Manhattan acusó a Trump de cargos relacionados con supuestos pagos de dinero por silencio a una antigua estrella para adultos. En Georgia, se espera que la fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, anuncie en agosto si hay cargos en su investigación sobre los intentos de Trump y sus aliados de anular las elecciones de 2020 en el estado.
Este sábado, Trump arremetió contra la investigación de Willis, diciendo que ella estaba «viniendo a por mí a causa de una llamada telefónica perfecta».
«Tenía todo el derecho a quejarme de que las elecciones en Georgia estaban, en mi opinión, amañadas», dijo el expresidente.
Trump presionó en 2021 al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, también republicano, para que «encontrara» votos para anular los resultados de las elecciones después de que perdiera el estado por un estrecho margen frente a Biden.
Trump ha lanzado teorías conspirativas desacreditadas sobre las elecciones de Georgia desde su derrota. El estado certificó sus resultados electorales tres veces bajo la dirección de Raffensperger y no encontró ningún fraude electoral masivo.
Los rivales apoyan a Trump, en su mayoría
En la campaña electoral, muchos de los rivales presidenciales republicanos de Trump respondieron a la noticia de su acusación atacando al Departamento de Justicia, otro indicio de que ven ventaja entre los votantes conservadores de las primarias en la defensa de un expresidente que sigue siendo popular entre las bases del partido.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, acusó el jueves al Departamento de Justicia de «armamentar [weaponization] la aplicación de la ley federal», al tiempo que prometió, si es elegido presidente, «llevar la rendición de cuentas al Departamento de Justicia, extirpar el sesgo político y poner fin al uso político de la ley de una vez por todas».
El exvicepresidente Mike Pence pidió este sábado al secretario de Justicia de EE.UU., Merrick Garland, que «deje de esconderse detrás del fiscal especial y se presente ante el pueblo estadounidense» para explicar «esta acción sin precedentes».
«También necesitamos escuchar la defensa del expresidente para que cada uno de nosotros pueda hacer su propio juicio», dijo Pence a los asistentes a la convención del Partido Republicano de Carolina del Norte en Greensboro.
El exvicepresidente instó a la audiencia a «ser pacientes» mientras el sistema judicial sigue su curso y a rezar por Trump y su familia.
Nikki Haley, la exgobernadora de Carolina del Sur y embajadora de Trump ante las Naciones Unidas, caracterizó la acusación como una «extralimitación de la fiscalía» en una declaración este viernes, y agregó que era hora de ir «más allá del drama interminable y las distracciones».
El gobernador de Dakota del Norte, Doug Burgum, que entró en la carrera del Partido Republicano a principios de esta semana, dijo este sábado que el presunto mal manejo de Trump de documentos clasificados no es algo en lo que los votantes quieran gastar su tiempo.
«Cuando estamos en la carretera en Iowa los últimos dos días y aquí en New Hampshire hablando de la economía, la política energética, la seguridad nacional; esas son las cosas que están golpeando a cada estadounidense todos los días», dijo Burgum a Fox News.
El exgobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, otro antiguo aliado y asesor cercano de Trump que ha surgido como su principal crítico en la carrera de 2024, describió los detalles de la acusación como «condenatorios».
«Esta es una conducta irresponsable», dijo a Jake Tapper de CNN este viernes, y agregó que «la conducta en la que Donald Trump se involucró fue completamente autoinfligida».
«La cuestión más importante para nuestro país es, ¿es este el tipo de conducta que queremos de alguien que quiere ser presidente de Estados Unidos?», dijo Christie.
Otro crítico de Trump, el exgobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, dijo que el expresidente debería abandonar la carrera «por el bien del país».
«No tiene precedentes que tengamos a un expresidente acusado penalmente por mal manejo de información clasificada, por obstrucción a la justicia. Obviamente, esto será un problema durante la campaña», dijo Hutchinson a Tapper este viernes en otra entrevista.
«Por el bien del país, [Trump] no necesita esta distracción. El país tampoco necesita esta distracción».