La selección brasileña saltó este sábado al césped del estadio de Cornellà-El Prat de Barcelona para el amistoso con Guinea vestida de negro por primera vez en sus 109 años de historia como forma de protesta contra el racismo en el fútbol.
La Canarinha disputa la primera parte del encuentro con una indumentaria completamente negra, en el marco de la campaña de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) tras los insultos racistas sufridos por Vinícius Júnior en varios estadios de España.
La pentacampeona del mundo volverá a la tradicional camiseta amarilla en la segunda mitad de este partido que empezó con los jugadores de Guinea y Brasil arrodillados o sentados segundos antes de que la bola empezara a rodar, en otro gesto para condenar la discriminación racial.
“El fútbol, la sociedad en su conjunto, no pueden seguir tolerando el racismo. Hemos elegido a España para este partido amistoso por una razón emblemática. Estoy seguro de que el partido contra Guinea será un hito en la historia del fútbol mundial”, dijo el presidente de la CBF, Ednaldo Rodrigues, en una nota.
Esta y otras iniciativas surgieron a partir del revuelo internacional que causaron los insultos racistas que recibió Vinícius Júnior el pasado 21 de mayo en Mestalla por parte de grupos de aficionados del Valencia en un partido de la Liga española.
Los ataques contra el extremo merengue, que se han repetido a lo largo de la temporada en otros estadios del país, fueron condenados por las más altas autoridades de Brasil, entre ellas el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que exigió acciones para poner punto final a esa situación.
Este mismo sábado, un amigo y asesor de Vini afirmó haber sufrido un grave episodio racista por parte de un guardia de seguridad del estadio de Cornellà-El Prat, instantes antes del amistoso entre Brasil y Guinea, según el grupo Globo.
Silveira, de raza negra, aseguró al portal “ge” que al pasar por los torniquetes del estadio del Espanyol le revisó un guardia de seguridad privado, quien de repente se sacó un plátano del bolsillo y le espetó: “Manos arriba, esta es mi pistola para ti”.
Vinícius Júnior, que hoy vistió el dorsal 10 ante la ausencia de Neymar, declaró en la previa del amistoso que seguirá “firme” en su lucha contra el racismo “por los jóvenes y por todas las personas que lo sufren y no tienen” su voz.