REDACCIÓN INTERNACIONAL.- Equipos de rescate que buscan a Titán, el sumergible que desapareció cerca de los restos del Titanic, escucharon»ruidos bajo el agua» que podrían dar con la ubicación del submarino y su tripulación, quienes únicamente tendrían 20 horas de oxígeno de emergencia.
De acuerdo con las declaraciones del contraalmirante John Mauger, de la Guardia Costera de Estados Unidos, a la BBC, los cinco pasajeros de Titán podrían estar perdiendo las reservas de oxígeno.
La comunicación con el sumergible se perdió el 18 de junio de 2023 a tan solo dos horas de que emprendiera su descenso hacia los vestigios del mítico transatlántico, localizados a casi 4 mil metros de profundidad y a unos 600 km de Terranova, en el Atlántico Norte.
A bordo del Titán viajan el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el buceador francés Paul-Henri Nargeolet y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions que opera el sumergible.
Por ahora, barcos y aviones de Estados Unidos y Canadá se siguen dirigiendo al lugar de los hechos para reforzar el vasto operativo de búsqueda que desplegaron los guardacostas en la zona.
El Pentágono anunció el envío de un tercer avión C-130 y tres C-17 en apoyo a la tripulación, mientras que un robot submarino, enviado por el Instituto Oceanográfico francés, se incorporará a la búsqueda de Titán este miércoles 21 de junio de 2023.
Sobre el rescate, el capitán de los guardacostas estadounidenses, Jamie Frederick, detalló que «se trata de una búsqueda muy compleja y el equipo unificado está trabajando sin descanso para poner en marcha lo antes posible todos los recursos y conocimientos disponibles».
Los rescatistas estiman que a los pasajeros ahora les queda menos de un día de oxígeno, puesto que el sumergible puede contener hasta 96 horas de aire de emergencia.
Titán: ¿Un sumergible seguro para acercarse al Titanic?
El exdirector de operaciones marinas de OceanGate Expeditions, David Lochridge, y quien fue despedido por haber cuestionado la seguridad del Titán, mencionó en una demanda judicial el «diseño experimental y no probado» del sumergible.
Para Alistair Greig, profesor de ingeniería marina en el University College London, hay dos hipótesis sobre el accidente.
Una alude a un problema eléctrico o de comunicaciones, pero en ese caso el sumergible podría haber salido a la superficie y flotar hasta «ser encontrado».
La otra «es que el casco de presión estuviera dañado» y esto generaría un gran conflicto ya que el sumergible solo puede abrirse desde el exterior.