REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El párkinson se suele diagnosticar cuando los síntomas son evidentes y el daño neuronal irreparable. Sin embargo, un estudio sugiere que los datos de movimiento de una persona pueden ayudar a diagnosticar la enfermedad de manera precoz.
Aunque los propios investigadores advierten de que son necesarios más estudios, el artículo explica que registrar los datos de movimiento podría ser una alternativa barata y no invasiva para hacer cribados a gran escala de la población y determinar quienes tienen más riesgo de desarrollar la enfermedad.
La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo sin tratamiento que causa la pérdida progresiva de neuronas relacionadas con la función motora. El diagnóstico suele llegar cuando la neurodegeneración lleva varios años en curso y entre el 50-70% de las neuronas de la función motora están afectadas.
Para hacer el estudio, Cynthia Sandor, de la Universidad de Cardiff (Reino Unido), y su equipo utilizaron información sobre 103.000 personas del Biobanco del Reino Unido, una ingente base de datos de medio millón de personas de entre 40 y 69 años que está a disposición de la comunidad científica.
Movimientos lentos e interrupción del sueño
Entre los datos guardados en el Biobanco, había registros de los movimientos espontáneos de esos pacientes que, hace algunos años, se tomaron durante una semana con la ayuda de un acelerómetro de muñeca.
El equipo quería averiguar si esos datos recogidos por los dispositivos de seguimiento del movimiento podrían ayudar a identificar casos de enfermedad de Parkinson antes del diagnóstico clínico.
Descubrieron que la ralentización de los movimientos de una persona se producía varios años antes del diagnóstico de enfermedad de Parkinson, y que los problemas de interrupción del sueño eran más frecuentes en las personas que terminaron siendo diagnosticadas de párkinson que en los que padecieron otros problemas neurodegenerativos y de movimiento.
Los autores sostienen que los datos de movimiento podrían ser una herramienta de cribado de bajo coste para identificar a las personas en riesgo de padecer la enfermedad de Parkinson, aunque insisten en que sería necesario repetir la investigación con otras cohortes de personas para contrastar y confirmar sus resultados.