Santo Domingo. – Sectores atribuyen a la poca regulación del Ministerio de Salud Pública el auge de centros de salud operados por personas no especializadas en el área y que utilizan títulos falsos como aval.
La alta demanda de servicios de salud y estéticos han generado un aumento de la oferta, lo que es aprovechado por falsos profesionales para ofrecer servicios para los cuales no están capacitados y en centros que no cumplen con los requisitos de habilitación para operar.
Muestra de esta práctica son los casos de Elizabeth Silverio, mejor conocida como la “neurocientífica” y de Karla María Moya, la supuesta falsa cirujana venezolana.
El expresidente del Colegio Médico atribuye estas faltas a la poca supervisión de las autoridades de salud y a politiquería.
Pero Salud Pública asegura que regularmente se realizan operativos para constatar la calidad de los centros de salud y de su personal, cerrándose al menos tres de ellos en lo que va de año.
Los falsos profesionales también han llegado hasta el Ministerio de Educación, que desvinculó a cuatro personas que ejercían como docentes con títulos falsos, pero algunos se defienden.
En los casos de la denominada “neurocientífica”, quien cumple prisión preventiva en la cárcel de Najayo, y la alegada falsa cirujana, los centros donde operaban fueron cerrados por la Dirección de Habilitación de Salud Pública, por violación a la Ley General de Salud 42-01.