ESTADOS UNIDOS.- En el oscuro y perturbador mundo de los asesinos en serie, a veces nos encontramos casos que desafían nuestra comprensión y cuestionan los límites de la mente humana. Uno de estos casos es el de Donna Perry, una mujer transgénero cuyos crímenes conmocionaron a la sociedad hace más de 30 años y que hoy vuelven a ocupar las portadas de los medios de comunicación por las nuevas teorías reveladas en el documental ‘Making a Serial Killer’, emitido en Channel 5 y disponible en Apple TV, sobre las motivaciones que llevaron a Perry a convertirse en una asesina.
Donna Perry, que solía ser conocida como Douglas Perry antes de someterse a una cirugía de reasignación de sexo en 2000, asesinó a Yolanda Sapp, de 26 años, a Nickie Lowe, de 34, y a Kathy Brisbois, de 38. Las tres víctimas eran trabajadoras sexuales en Spokane y fueron disparadas durante un período de cuatro meses en 1990. Sus cuerpos, total o parcialmente desnudos, se encontraron tirados en las orillas del río Spokane en el estado de Washington.
Pese a las investigaciones efectuadas, los casos quedaron sin resolver hasta 2012, cuando Perry fue condenada en un tribunal federal por ser una delincuente recurrente que estaba en posesión de un arma de fuego. Durante esa investigación, su ADN se ingresó en una base de datos nacional y arrojó una coincidencia con los asesinatos sin resolver de las tres mujeres.
Cuando finalmente fue arrestada en relación con estos crímenes, afirmó que se había transformado en mujer para evitar que su personalidad masculina se volviera violenta. «Douglas no paró. Donna lo hizo», dijo Perry a la policía sobre los asesinatos, según una declaración jurada presentada en enero de 2014. «No voy a admitir que maté a nadie, no lo hice. Donna no mató a nadie». Asimismo, en el interrogatorio, se le preguntó si Doug había sido el responsable de los asesinatos, a lo que Donna respondió: «No sé si Doug lo hizo o no, fue hace 20 años y no tengo ni idea de si lo hizo o no», manifestó según ABC News.
Por otro lado, los fiscales sostuvieron durante el juicio, que duró dos semanas y media, que Perry cambió su género para evitar sospechas sobre los asesinatos en serie. «Se castró como si fuera un animal de granja», dijo la fiscal adjunta Sharon Hedlund al jurado en los argumentos finales.
Nuevas teorías sobre la motivación de los asesinatos de Donna Perry
Sin embargo, el experto criminólogo Brian Frederick expresó, en el último episodio de ‘Making a Serial Killer’, que Perry pudo haber elegido a las víctimas en función de su apariencia. «Me imagino que también hubo un poco de celos», dijo en el documental. «Eligió algunas víctimas atractivas, quizás más atractivas de lo que nunca podría haber planeado ser como Donna y sintió que estaban desperdiciando esta belleza al tener relaciones sexuales con otros hombres que no necesariamente tenían el propósito que él tenía. Estaba orientado a su misión», añadió. Unas declaraciones que se apoyan en la confesión de una mujer que había compartido celda con Perry durante un tiempo en una prisión de Oregón en 1998, quien le dijo a la policía que Perry le confesó que había matado a las prostitutas «porque no podía reproducirse y las mujeres tenían la capacidad de tener hijos y la estaban desperdiciando siendo escoria».
Asimismo, Brian también negó la extendida teoría de que Douglas Perry decidió convertirse en Donna Perry para evitar la condena. «No estoy convencido de eso, creo que ese fue su objetivo final todo el tiempo. Su reclutamiento de trabajadoras sexuales, sus relaciones con ellas, la eliminación de los cuerpos, esta irreverencia deferente que tenía hacia ellas era parte de su plan maestro».
Por último, en el documental, el experto habló sobre la infancia de la asesina, que estuvo marcada por la ‘hipermasculinidad‘ y el acoso sexual por parte de su padre. «Tenía que perfeccionarse, tenía que convertirse, tenía que escapar del niño pequeño que fue violado por su padre y convertirse en una mujer que realmente pudiera tener sexo con otros hombres. Ese era el plan». «Sabiendo muy bien que no sería aceptado, sabiendo que tendría que irse del país para someterse a esa cirugía, probablemente intensificó su odio hacia las mujeres porque nacieron con esto, no tuvieron que pasar por el trabajo por el que él tuvo que pasar. No se les negó su sexualidad. En la mente de Perry, Perry mató lo que odiaba y luego trató de convertirse en la perfección de eso», agregó.