SANTO DOMINGO.- El presidente de la Comisión Permanente de los Derechos Humanos de la Cámara de Diputados, Juan Dionicio Restituyo, encabezó este martes un encuentro con los directores del Sistema Penitenciario y Defensa Civil, para abordar el plan de contingencia para los privados de libertad ante el eminente paso por el país de la tormenta Franklin.
El plan abarcará el Centro Correccional de Rafey hombres y mujeres en Santiago, cómo La Victoria, por ser estas cárceles las que mayores expuestas estarían por las fuertes lluvias.
El legislador agregó que las medidas preventivas abarcarán el Centro Correccional de Rafei en Santiago y La Victoria, por ser estas cárceles las que mayores expuestas estarían por las fuertes lluvias.
Tras la experiencia de inundaciones de los recintos, el congresista pidió a las autoridades que se garantice la vida a cada interno.
Dentro de las medidas preventivas, se instruye asegurar las vidas, tanto de la población privada de libertad como la del personal, siguiendo las instrucciones de los organismos competentes, mantener en lo posible comunicación con los organismos de primeras respuestas de la localidad y reforzar el control perimetral del centro penitenciario, además de realizar reuniones de evaluación general.
Tanto la población privada de libertad como el personal no deberán abandonar el centro a no ser por razones de seguridad o por instrucciones del Equipo Operativo General.
Igualmente, se activará el Protocolo de Salud relativo a las secuelas que generan los ciclones en las personas, de manera que preventivamente se puedan evitar brotes de enfermedades.
Para después del ciclón, establece que se debe permanecer en el centro hasta que las autoridades indiquen que el peligro ya pasó y reportar de inmediato a las autoridades competentes si alguien se encuentra herido.
Determinar si el centro es seguro o tiene problemas de derrumbe, y si es así, instruye reportar a la autoridad de competencia.
Otras medidas son: desalojar rápidamente las áreas más vulnerables hacia las áreas más seguras, prestar atención médica a los internos y al personal afectado, lesionados o víctimas; si fuere necesario utilizar los miembros de la Defensa Civil y al Cuerpo de Bomberos para el rescate de posibles víctimas.
Por igual, ejecutar el plan de evacuación para las áreas afectadas, realizando las reubicaciones de lugar en otros centros de Corrección y Rehabilitación, con la finalidad de preservar las vidas de los privados de libertad y del personal en casos de situaciones de emergencia que ameriten el desalojo inmediato del centro penitenciario.
Las acciones también contemplan el pase de lista general para identificar las víctimas de privados de libertad o del personal y posibles fugas, y hacer un informe pormenorizado a la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales, indicando los daños humanos y materiales producidos por la inundación.
Después de las inundaciones se deberá identificar a los lesionados y estabilizarlo, así como solicitar ayuda en caso necesario y reportarlo al Equipo Operativo General.
El plan también contiene medidas generales que disponen que el personal de la sede estará convocado a mantenerse localizable y disponible, a los fines de brindar soporte ante eventualidades de emergencia que puedan surgir.
Las medidas de seguridad contemplan el acuartelamiento del personal de Seguridad.
En tanto que las medidas de higiene disponen evitar el cúmulo de basura en el centro penitenciario, para prevenir inundaciones, en coordinación con las alcaldías.
Como parte de las medidas se coordina con los Comedores Económicos, para asegurar el suministro de alimentos en caso de que sea necesario.
Además, el abastecimiento de agua de tomar, así como también el abastecimiento de focos, megáfonos, mascarillas, y el abastecimiento de combustible para las plantas eléctricas.
En un comunicado de prensa las autoridades penitenciarias destacan que en coordinación con las instituciones del Comité de Operaciones de Emergencias (COE) buscan responder a tiempo ante las situaciones de riesgo inminente, emergencia o desastre que se pudieran generar por la temporada de lluvias y huracanes que inicia cada año el 1 de junio y termina el 30 de noviembre.