SANTO DOMINGO.-Este viernes el secretario general de la ONU, el portugués Antonio Guterres, pidió de manera urgente que la República Dominicana abra la frontera a sus funcionarios para que puedan trasladar a Haití los productos que almacena en territorio dominicano y que son básicos para los haitianos.
Guterres «pidió urgentemente el viernes una exención humanitaria para la agencia mundial en un conflicto en curso entre Haití y la República Dominicana por el acceso a una vía fluvial crítica compartida por ambos países», escribió Jacqueline Charles corresponsal de habla inglesa para el Miami Herald durante más de una década.
El despacho de Charles también reveló que los haitianos recaudan fondos casa por casa y vía telefónica para no detener la construcción del canal que desviará las aguas del río fronterizo Masacre/Dajabón, obra que detonó la crisis binacional y llevó al cierre de la frontera desde hoy viernes por orden del presidente Luis Abinader, quien es blanco de burlas y críticas de los haitianos, destaca el reporte.
Una traducción libre de lo publicado por el Miami Herald: El secretario general subraya que se necesitan con urgencia exenciones humanitarias del cierre de fronteras para garantizar la continuación de todas las actividades de la ONU en Haití», afirmó el portavoz Stéphane Dujarric.
La ONU almacena parte de sus reservas humanitarias en la República Dominicana, a las que sus agencias de ayuda necesitarían tener acceso en caso de una emergencia en Haití, donde la violencia de las pandillas y el hambre creciente han aumentado la necesidad de asistencia.
Dujarric dijo que el jefe de la ONU está al tanto del anuncio del presidente dominicano, Luis Abinader, quien el jueves dijo que cerraría todos los cruces terrestres, marítimos y aéreos con Haití a partir de las 6 am del viernes.
La decisión está ligada a la construcción en Haití de un canal de riego con aguas del río Masacre, que según Abinader perjudicará a los agricultores dominicanos.
Una fuente de conflicto entre los dos vecinos conflictivos, el río Masacre en el noreste de Haití fue el sitio de una masacre de miles de haitianos en 1937 por el dictador dominicano Rafael Trujillo. Sin embargo, toma su nombre de una sangrienta batalla entre colonos franceses y españoles en el siglo XVIII.
El río cruza el pueblo de Juana Méndez del lado haitiano y el municipio dominicano de Dajabón del otro.
Recientemente, un grupo de agricultores y políticos haitianos reanudó la construcción del canal, lo que irritó al gobierno dominicano, que en 2021 protestó por un esfuerzo similar del entonces presidente Jovenel Moïse.
Posteriormente, las dos partes se reunieron en negociaciones y decidieron que ninguno de los países actuaría unilateralmente en proyectos fluviales.
Moïse fue asesinado poco después y la construcción se detuvo porque el gobierno haitiano no pagó a la empresa que construía el canal.
Además del acuerdo de 2021, el “Tratado de Paz, Amistad Perpetua y Arbitraje” de 1929 firmado por ambos gobiernos también estableció los derechos de ambas naciones a utilizar de manera justa y equitativa las aguas de todos los ríos ubicados a lo largo de la frontera.
A pesar de sus turbulentas historias, Haití y la República Dominicana, que comparten la isla Hispaniola, dependen el uno del otro para el comercio.
Haití, por ejemplo, es el tercer socio comercial de la República Dominicana y los más de una docena de mercados fronterizos, todos ubicados en el lado dominicano, son una fuente de ingresos para decenas de miles de comerciantes haitianos, a quienes los viernes se les permite cruzar la frontera sin pasaportes.
ONU y EEUU preocupados
Tanto a la ONU como a Estados Unidos les preocupa que la disputa diplomática pueda agravar la situación en Haití, donde una escalada de violencia de pandillas, secuestros y asesinatos ha llevado a una terrible crisis humanitaria que ha dejado a muchos haitianos sin alimentos.
Los haitianos y dominicanos también advierten que, dados los estrechos vínculos económicos entre los dos vecinos, la disputa del río podría tener consecuencias nefastas para las personas de ambos lados.