ARGENTINA. – En la costa atlántica de la Argentina, se esconden fascinantes bosques marinos que ocupan miles de hectáreas. Se encuentran formados por una macroalga conocida coloquialmente como “cachiyuyo” que es de vital importancia en la lucha contra el cambio climático a nivel mundial. Puede ser enorme: llega a medir hasta 40 metros de largo. Forman uno de los ecosistemas más inhóspitos y desconocidos del planeta.
Sin embargo, las poblaciones mundiales de ese tipo de macroalga se han reducido por diferentes factores, y por eso, la Administración Nacional de Parques Nacionales en la Argentina declaró “de interés” la conservación de los parques marinos que forma el cachiyuyo.
También se ganó la tapa de la revista National Geographic. Allí el doctor en biología Cristian Lagger, explorador de National Geographic Society, investigador del Conicet y director científico de la Fundación Por el Mar, contó en un artículo cómo ha sido su expedición en los bosques de macroalgas gigantes del fin del mundo.
Las macroalgas son parte de la base de la cadena de alimentación (o red trófica) de los ambientes costeros que incluyen una importante biodiversidad. El nombre científico del macroalga -que también se llama “alga parda” es Macrocystis pyrifera. Es un organismo multicelular.
Estos bosques de ensueño están principalmente en las costas de Santa Cruz y Tierra del Fuego.
También proveen hábitat, refugio, zona de cría y alimento a cientos de especies marinas, como las estrellas de mar, el delfín austral (Lagenorhynchus australis), tiburones y rayas, y a especies nativas y de gran valor comercial como la centolla (Lithodes santolla) y el calamar (Illex argentinus).
“En un planeta donde la gran mayoría de los ecosistemas marinos está en alerta roja, las evidencias temporales convierten a esos bosques sumergidos en valiosos refugios y en áreas marinas prioritarias para desarrollar planes de conservación. La protección de este ecosistema no es solo una necesidad enmarcada en el Atlántico Sur, sino que es una urgencia global para luchar contra la crisis actual de cambio climático y la pérdida de biodiversidad”, afirmó Lagger.