Internacional.- La crisis empeora en Haití y bandas toman el control de casi la totalidad de Puerto Príncipe y zonas neurálgicas de la nación caribeña, mientras crece el respaldo internacional, que se enfrenta hoy a su más grande reto.
Mientras una avanzada liderada por Kenia, se jugaba su suerte este viernes ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas, la cual ha recibido el apoyo de República Dominicana, Estados Unidos, Canadá, Francia y otros países de occidente, su conocimiento fue pospuesto a última hora.
Aunque a diferencia de otra intervención realizada por la ONU a través de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (MINISTAH), por sus siglas en inglés, el organismo internacional solo serviría como coordinador y observador, pero no se responsabiliza por la misión, que sería llevada básicamente por los países miembros.
Según establece el Capítulo 7 de la Carta de las Naciones Unida que consta con 12 artículos, el Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad de organizar la misión y dar los permisos necesarios para la misión internacional, liderada en esta ocasión, por el país africano.
Esto, a solicitud incluso del mismo gobierno haitiano, que durante la septuagésima octava Cumbre General de la ONU, celebrada la semana pasada, visibilizó la crisis humanitaria, política y social que atraviesa el vecino país.
Aunque, para que sea aprobada, se necesita la venia total del Consejo de Seguridad y naciones como China o Rusia, han expresado su desacuerdo con militarizar el país, aun cuando desde el propio Puerto Príncipe así lo requieren.
A la vez que esto se da, los homicidios y violaciones aumentan en Haití, al punto de motivar al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk, urgir la aprobación de esta misión, que busca, en primera instancia, combatir las bandas que operan a sus anchas.
Conforme a un informe publicado por el organismo esta semana, 2,439 personas han muerto sólo este año, producto de las luchas entre pandillas, además de casi mil heridos e igual cifra de secuestrados.
Por otro lado, violaciones también han incrementado, ante a la incapacidad de un Estado que no logra ponerse de acuerdo para resolver la crisis de seguridad y política, los dos principales ejes, junto a la humanitaria, que serían priorizados por la intervención.