Islandia.- Con más de 2,000 terremotos en apenas dos días, unos 500 de ellos la noche de este domingo, Islandia sigue a la espera de la que podría ser la erupción volcánica más destructiva en medio siglo, que amenaza con destruir por completo la localidad de Grindavík.
Casi 4.000 personas fueron evacuadas durante el fin de semana porque las autoridades temían que la roca fundida subiera a la superficie de la tierra y pudiera golpear una ciudad costera y una central de energía geotérmica.
La Oficina Meteorológica de Islandia, la Universidad de Islandia y el Departamento de Protección Civil y Gestión de Emergencias concluyeron que la intrusión en curso representa un grave peligro en el volcán Fagradalsfjall.
En una reunión los expertos analizaron las últimas mediciones de sismicidad y deformación del terreno en la región de Grindavík y los últimos modelos geofísicos y evaluaciones de riesgos.
Según los modelos geofísicos, se estima que la intrusión se está propagando lentamente hacia arriba y se cree que el magma se encuentra a 800 metros bajo de la superficie.
«La mayor actividad sísmica se produjo desde el centro del corredor hacia el norte y el sur, bajo Grindavík», en el suroeste de esta isla en el Atlántico Norte, y que «la mayoría de los sísmos tienen lugar a una profundidad de entre tres y cinco kilómetros en la parte inferior de la intrusión de magma«.
La Oficina Meteorológica dijo este lunes que podría haber un margen de tiempo para que los residentes regresaran a la zona a recoger artículos de primera necesidad, pero que esto lo decidiría en última instancia la Policía.
El expresidente de Islandia y actual presidente del Círculo Polar Ártico, Ólafur Ragnar Grímsson, publicó en X este lunes que «la erupción volcánica podría estar en el fondo del mar».