Santo Domingo.- Según datos recientes del Centro de Orientación e Investigación Integral (COIN), la República Dominicana ha experimentado un aumento en los casos de personas infectadas con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Actualmente, se registran 78,900 casos, marcando un incremento significativo en comparación con años anteriores.
En el informe proporcionado por el COIN, se destaca que en 2019 se reportaron 71,985 pacientes con el virus, lo que representa un aumento del 0.8% en la población afectada. Los sectores con mayor riesgo incluyen trabajadoras sexuales, personas homosexuales, pacientes con enfermedades de transmisión sexual, usuarios de drogas y mujeres embarazadas con comportamiento de bajo riesgo.
El COIN está respondiendo a esta situación ofreciendo pruebas de VIH, apoyo psicológico y tratamiento desde el mismo día del diagnóstico. Estos servicios se proporcionan de manera gratuita con atención continua y seguimiento para las personas infectadas.
En un esfuerzo por concientizar a la población sobre la importancia de la detección temprana del VIH/sida, se llevará a cabo la Semana Mundial del Tamizaje de VIH en el país del 20 al 26 de noviembre. El objetivo principal de esta iniciativa es aumentar el acceso a las pruebas de detección como medida preventiva, considerando que la enfermedad puede presentarse de manera asintomática, según el reporte del COIN.
Durante la Semana Internacional de la Prueba, se hace un llamado claro a la población: «Hazte la prueba de VIH. Con información, prevención y tratamiento, podemos avanzar hacia un futuro sin la amenaza del VIH/sida». La meta es alcanzar la carga viral indetectable, asegurando que la infección no pueda transmitirse.
Desde los primeros casos reportados de VIH en la década de 1980 a nivel global, en la República Dominicana, los primeros casos aparecieron en 1983 y desde 1986 se agregaron a la lista de enfermedades epistemológicas, según un trabajo realizado por la periodista Pamela Rodríguez. Aunque las prevalencias de VIH habían sido estables desde mediados de los años 2000, las últimas estimaciones nacionales del Ministerio de Salud, con el apoyo de ONUSIDA en 2016, revelaron un aumento, situando la prevalencia a nivel nacional en el 1.0%.