ESTADOS UNIDOS.- El exsecretario de Estado estadounidense Henry Kissinger falleció este miércoles a los 100 años de edad en su hogar en Connecticut, informaron los medios de Estados Unidos.
Con su presencia y su manipulación del poder tras bastidores, Kissinger ejerció una influencia poco común en los asuntos internacionales bajo los presidentes Richard Nixon y Gerald Ford, lo que le valió tanto el vilipendio como el Premio Nobel de la Paz.
Décadas después, su nombre seguía suscitando apasionados debates sobre hitos de la política exterior ya superados.
Un judío que huyó de la Alemania nazi con su familia en su adolescencia, Kissinger cultivó en sus últimos años la reputación de respetado estadista, dando discursos, ofreciendo consejos a republicanos y demócratas por igual y gestionando un negocio global de consultoría.
Pero los documentos y grabaciones de la época de Nixon, a medida que fueron saliendo a la luz, aportaron revelaciones -muchas de ellas en palabras del propio Kissinger- que a veces lo pusieron bajo una dura luz, de acuerdo con la agencia de noticias AP.
Kissinger, que nunca estuvo exento de detractores, fue hostigados por críticos que argumentaban que debía rendir cuentas por sus políticas en el Sudeste Asiático y su apoyo a regímenes represivos en América Latina.