Redacción.- Thomas Randele, conocido en realidad como Theodore Conrad, admitió poco antes de su muerte que había sido un fugitivo durante más de medio siglo.
En 1969, a la edad de 20 años, robó 215.000 dólares de un banco en Ohio y luego huyó a Massachusetts, donde vivió bajo una identidad falsa.
La revelación, que ahora su hija Ashley Randele comparte, puso fin a uno de los misterios criminales más antiguos de Estados Unidos.
En su lecho de muerte en un suburbio de Boston tras su primera sesión de quimioterapia por un cáncer de pulmón, Conrad confesó a su hija su pasado después de que ella descubriera cientos de artículos sobre sus delitos en línea. Su nueva vida como vendedor de autos y golfista de club de campo contrastaba con su identidad previa como Ted Conrad, el responsable de uno de los mayores atracos en la historia de Ohio.