Santo Domingo.- El ítalo-colombiano Michael Saba, acusado de matar de un disparo en el corazón y descuartizar a la venezolana Yenni Carolina Pérez Caneló, fue enviado a prisión preventiva por un año, y según la solicitud de la medida de coerción del Ministerio Público, se dedicaba a la estafa inmobiliaria y al tráfico de la droga sintética tusi, sustancia poco común en el país.
El órgano persecutor establece que el extranjero cometió asesinato y violó la ley de armas en perjuicio de la víctima, quien también había sido sometido por violencia de género en febrero del pasado año.
Tusi, o droga rosada, sustancia depresora del sistema nervioso que, dependiendo de su combinación con otras, el que la consume puede tener síntomas como somnolencia y disminución del dolor. Es proveniente de Colombia.
El imputado de los supuestos negocios ilícitos a los que se dedicaba obtenía cantidades de dinero, y decía que eran producto de una herencia de sus padres, cuando preguntaban.
En el documento se indica que el extranjero se mantenía mudándose en distintos lugares como en las terrenas, luego en Bonao y en Santo Domingo; mecanismo utilizado para evitar generar sospechas por los supuestos negocios ilegales que realizaba.
El juez de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, Rigoberto Sena, dictó un año de prisión como medida de coerción al ítalo-colombiano señalado de desmembrar a la joven venezolana.