REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, a quien el papa Francisco ordenó dejar Nicaragua en 2019 por motivos de seguridad, se declaró indignado por los arrestos de tres sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua, en medio de tensiones entre el Gobierno del presidente Daniel Ortega y la Iglesia católica.
«Me indigna el injusto secuestro de tres queridos sacerdotes de Managua de parte de la criminal dictadura sandinista: P. Pablo Villafranca, Mons. Carlos Aviles y P. Héctor Treminio, pastores y profetas», escribió Báez, muy crítico con el Gobierno de Ortega en Nicaragua, en su cuenta del X.
Báez, quien reside en Miami y a quien las autoridades declararon «traidor a la patria» y despojaron de su nacionalidad, pidió a Dios proteger a los sacerdotes encarcelados y demandó que «sean liberados de inmediato».
La Policía de Nicaragua detuvo este jueves a los sacerdores Carlos Avilés y Héctor Treminio, vicario general y tesorero de la Arquidiócesis de Managua, respectivamente. Días atrás también detuvo al párroco Pablo Villafranca.
El cardenal nicaragüense y arzobispo de Managua, Leopoldo Brenes, aún no se pronuncia sobre la detención de sus tres sacerdotes.
Las relaciones del Gobierno de Ortega y la Iglesia católica viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, la prohibición de actividades religiosas, y la suspensión de sus relaciones diplomáticas.
El Gobierno de Nicaragua excarceló en octubre pasado a 12 sacerdotes y los envió al Vaticano, aunque entre esos religiosos no se encontraba el obispo Rolando Álvarez, condenado en febrero pasado a más de 26 años de prisión por «traición a la patria», tras negarse entonces a ser expulsado de Nicaragua hacia Estados Unidos junto a otros 222 presos políticos. También fue privado de su nacionalidad.
Ortega ha calificado como una «mafia» a la Iglesia y ha declarado interrumpidas las relaciones con el Vaticano.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que se ha acentuado tras las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.