Redacción.- Ver cómo la reducción de la semana laboral repercute en el bienestar del trabajador y su relación con la empresa y cuáles son sus efectos en la productividad es el objetivo de un plan piloto que se lleva a cabo en República Dominicana, lanzado por el Gobierno y que busca el beneficio de empleado y empleador.
En este proyecto de carácter voluntario participan unos 400 empleados de cinco compañías, públicas y privadas, que durante tres meses reducirán sustancialmente sus horas de trabajo a la semana (el Código de Trabajo de República Dominicana contempla un máximo de 44), mientras se mantiene el 100 % de sus ingresos y también la productividad.
Los tres meses siguientes la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pucmm) estudiará los resultados con base en diferentes parámetros, como salud y bienestar del trabajador, conciliación de la vida laboral y familiar, absentismo laboral y contribución al medioambiente para sacar conclusiones, explica a EFE el vicerrector de Investigación de ese centro educativo, Juan Gabriel Faxas.
Si bien al anunciar el plan desde el Ministerio de Trabajo se habló de 36 horas semanales repartidas de lunes a jueves (actualmente la semana laboral es de lunes a viernes y los sábados media jornada), para una reducción de en torno al 20 %, cada empresa ajustará con los empleados que participan voluntariamente en el proyecto de cuánto es esa rebaja y cómo se reparte el tiempo de trabajo, dependiendo de las características de la firma y de las necesidades, detalla Faxas.
Y es que estas compañías son muy distintas entre sí y pertenecen a diferentes sectores: la firma de telecomunicaciones Claro, la empresa de maquinaria de construcción IMCA, la generadora de electricidad público-privada EGE Haina, el estatal Seguro Nacional de Salud (Senasa) y el oficial Sistema Único de Beneficiarios (Siuben).