Puerto Príncipe.- Las actividades se reanudaron tímidamente este viernes en el área metropolitana de Puerto Príncipe y en varias ciudades provinciales de Haití que han sido escenario de las multitudinarias manifestaciones violentas en los últimos días, dejando al menos seis muertos y decenas de heridos.
Algunas instituciones privadas y públicas de la capital han abierto sus puertas y el transporte público ha regresado a las calles, que aún no están tan concurridas como de costumbre, mientras que las escuelas aún no han reanudado sus clases.
Desde mediados de enero de 2024, las manifestaciones han provocado el cierre temporal de más de mil escuelas en todo el país, sobre todo en Puerto Príncipe y en las zonas urbanas del Oeste, Grand ‘Anse, Noreste, Nippes y Artibonite, según la ONU.
Según datos del organismo internacional, se han producido manifestaciones callejeras antigubernamentales y disturbios en al menos 24 ciudades de todo el país, incluida la capital, en estos últimos días.
Las protestas continuarán
Esta lenta reanudación de las actividades no supone el fin de las protestas antigubernamentales que exigen la salida del primer ministro, Ariel Henry, que según un acuerdo firmado en diciembre de 2022, debía abandonar el poder el 7 de febrero de 2024.
Los manifestantes han prometido seguir saliendo a la calle para exigir la salida del actual gobierno, que se ha mostrado incapaz de combatir el clima de inseguridad.
Las manifestaciones de esta semana han estado marcadas por la violencia, los cortes de carreteras y los saqueos, que han desembocado en enfrentamientos con la Policía y dejado heridos y muertos, sobre todo en Puerto Príncipe, Ouanaminthe y Mirabelais.
Una organización humanitaria fue saqueada en el departamento del Sur, lo que dificultará seriamente sus operaciones en los próximos días.
Alarma de organismos internacionales y ONG
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ha expresado su profunda preocupación por los recientes informes que revelan la violencia a la que se enfrentan y de la que son testigos los niños en el contexto de los actuales acontecimientos sociopolíticos en Haití.
«Instamos a todas las partes interesadas a garantizar la protección de los niños, sea cual sea su situación», señala un comunicado de prensa de Unicef, ante el «nuevo recrudecimiento de la violencia en Haití» que es «sencillamente insoportable para los niños (…). El miedo es omnipresente».
La población de Haití es presa de algunas de las peores violaciones de los derechos humanos y su seguridad nunca ha estado tan amenazada en la historia reciente del país, lamenta la agencia de la ONU en la nota.
Unicef recuerda que los años de agitación política combinados con la pobreza, las crisis institucionales y socioeconómicas, las epidemias, el aumento de las tasas de desnutrición, los desastres y la escalada de la violencia armada han dejado a más de tres millones de niños necesitados de ayuda humanitaria.
Los disturbios y la violencia popular han perturbado gravemente las operaciones humanitarias de las Naciones Unidas y las ONG, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios en Haití (OCHA), que lamentó que «esta situación ha obstaculizado el acceso de la población haitiana a los servicios sociales esenciales».
«Los bloqueos de carreteras por parte de los manifestantes y las restricciones a la circulación de personas, incluidos los trabajadores sanitarios, han afectado al acceso de la población a los servicios de salud», afirmó la OCHA.