Redacción.- Un juez estadounidense condenó este miércoles a cadena perpetua a cuatro adultos que dirigían un complejo fuertemente protegido en el que esperaban la “resurrección” de un niño secuestrado, cuya figura los ayudaría a librar al mundo de la CIA, el FBI y el ejército de Estados Unidos.
En una audiencia del año pasado, se supo que en diciembre de 2017 el grupo de adultos secuestró a un niño de tres años en Georgia y lo llevó a un supuesto centro de entrenamiento en zona rural del estado de Nuevo México, desde donde planeaban librar una guerra contra las que consideraban instituciones corruptas.
Una quinta acusada, Jany Leveille, ciudadana haitiana y presunta líder espiritual de la secta, recibió una sentencia de 15 años tras un acuerdo de culpabilidad, según un comunicado del Departamento de Justicia.
Los fiscales federales dijeron que el complejo era una instalación de entrenamiento para que niños realizaran tiroteos en escuelas de Estados Unidos.
El lugar estaba fuertemente protegido pero no contaba con agua corriente ni electricidad y había muy poca comida.
Cuando el niño secuestrado murió días después del rapto, Leveille profetizó que volvería a la vida en abril del año siguiente para liderarlos contra sus enemigos y matar a cualquiera que se negara a unirse a su culto.
“El entrenamiento táctico y con armas de fuego del grupo aumentó en frecuencia, intensidad y complejidad previo a la resurrección de Pascua”, dice el comunicado del Departamento de Justicia.
Cuando esa fecha pasó sin novedad, la mujer cambió el pronóstico a un momento posterior en el año.
Cuando los agentes allanaron el complejo en agosto de 2018, encontraron varios niños desnutridos, “se descubrieron armas, municiones y documentos de entrenamiento”.
En una búsqueda posterior, encontraron el cuerpo del niño de tres años.
Siraj Ibn Wahhaj, padre del niño secuestrado, sus hermanas Hujrah Wahhaj y Subhanah Wahhaj, y el marido de Subhanah, Lucas Morton, fueron condenados a prisión de por vida sin posibilidad de libertad condicional.