REDACCIÓN- Cada 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, una fecha que trasciende la mera felicitación para adentrarse en la profunda y multifacética lucha de las mujeres por la igualdad de derechos.
Esta fecha, lejos de constituir una celebración, es un recordatorio de los avances alcanzados y de los desafíos pendientes en la búsqueda de la igualdad de género.
La historia de la conmemoración se remonta a principios del siglo XX, cuando las mujeres empezaron a alzar la voz contra las injusticias laborales y sociales. La lucha por condiciones laborales dignas, el derecho al voto y la igualdad ante la ley fueron los pilares de un movimiento que, con el tiempo, ha ampliado sus reivindicaciones hacia una igualdad más profunda y transversal.
Fue en 1908 cuando 15 mil mujeres marcharon por Nueva York exigiendo mejores condiciones laborales, el derecho al voto y la igualdad ante la ley. A partir de este y otros eventos significativos, como el trágico incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York en 1911, donde perdieron la vida más de cien trabajadoras, se empezó a gestar una conciencia global sobre la necesidad de reconocer y concretar los derechos de las mujeres.
La fecha fue oficialmente reconocida por las Naciones Unidas en 1975, marcando el inicio de una observancia internacional que busca no sólo recordar los logros alcanzados en materia de derechos femeninos sino también reflexionar sobre los desafíos y barreras que aún persisten para alcanzar una igualdad plena.