ESTADOS UNIDO.- El ex primer ministro de Haití, Ariel Henry, está a la espera de que se nombre en el Consejo Presidencial interino en Haití para dejar formalmente el cargo de primer ministro, se encuentra en California tras abandonar Puerto Rico, desde donde presentó su dimisión la semana pasada en medio de la escalada de violencia perpetrada por las bandas armadas que pedían su renuncia.
La información fue confirmada este viernes por dos fuentes conocedoras de su paradero a la agencia de noticias AFP.
Henry aceptó dimitir y dar paso a un consejo presidencial de siete miembros y dos observadores, cuya formación se logró finalmente este jueves por disensiones internas.
Henry llegó a Puerto Rico tras no poder regresar a su país después de agotar una agenda internacional que lo llevó a Guyana y a Kenia. Fue la segunda opción para aterrizar después de que República Dominicana le negara el ingreso.
Los disturbios actuales empezaron cuando Henry se encontraba en Kenia para acordar el envío de policías en el marco de una misión internacional supervisada por la ONU.
- Pero su posición llevaba tiempo en el aire, debido a la inseguridad permanente y al hecho de que había sucedido al presidente asesinado Jovenel Moïse en 2021 sin someterse al voto popular, en un país que no celebra elecciones desde 2016.
«Frenar la violencia que asola Haití será una prueba de fuego para la unidad y la capacidad de resistencia del nuevo gobierno», indicó el jueves un informe del grupo de reflexión International Crisis Group (ICG) sobre el país caribeño.
- «Las nuevas autoridades deberían reanudar las conversaciones con los socios extranjeros para acelerar el despliegue» de la misión internacional y, entre tanto, ayudar a la policía haitiana con equipamiento y apoyo logístico en su lucha por retomar el control del puerto, el aeropuerto y las principales carreteras, añadió.
Haití ha vivido semanas de caos desde que bandas armadas lanzaron un pulso contra el controvertido primer ministro, con ataques contra el aeropuerto, comisarías, prisiones y otros edificios públicos.
Una misión accidentada
La misión de la ONU, anunciada hace meses, ha sufrido varios contratiempos. A la falta de financiación, se sumó el paso atrás dado por Kenia tras la renuncia de Henry.
El país africano aseguró después, sin embargo, que enviaría los 1,000 policías prometidos a Haití una vez instalado el consejo de transición.
La ONU lamentó este viernes la crisis humanitaria provocada por la violencia: cerca de cinco millones de personas, casi la mitad de la población, afrontan altos niveles de «inseguridad alimentaria aguda».
«Los haitianos están al límite(…) El aumento del hambre está alimentando la crisis de seguridad que está destrozando el país», dijo Jean-Martin Bauer, director del Programa Mundial de Alimentos en Haití.
«Necesitamos una acción urgente ahora; esperar para responder a gran escala no es una opción», añadió.