Redacción.- El vicepresidente de Ghana y candidato oficialista en las elecciones presidenciales del próximo diciembre, Mahamudu Bawumia, condenó este jueves la “práctica de la homosexualidad” porque así se lo dictan sus convicciones religiosas.
Esa cuestión se ha convertido en un asunto de gran carga política en Ghana, que se ha intensificado desde que el Parlamento aprobó en febrero pasado un polémico proyecto de ley contra lesbianas, gais, bisexuales, transgénero, intersexuales y queer (LGBTIQ).
“Además, como musulmán, mi opinión sobre este asunto se alinea con la posición de mi fe religiosa. El Sagrado Corán está repleto de versos que desaprueban los actos LGBTQ, incluidos los matrimonios entre personas del mismo sexo. Por tanto, mi fe está muy estrictamente en contra de la práctica de la homosexualidad”, subrayó el vicepresidente. Bawumia agregó que “todas las principales tradiciones religiosas de Ghana (cristianismo e islam) se oponen a esta práctica”.
“Y yo me opongo a ella ahora y me opondré a ella como Presidente”, zanjó. El gobernante Nuevo Partido Patriótico (NPP) de Ghana elegió el pasado noviembre a Bawumia como candidato para las elecciones presidenciales del 7 de diciembre de 2024. El presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, cesará en el cargo después de las elecciones, tras haber cumplido los dos mandatos permitidos por la Constitución.
El pasado 4 de marzo, Akufo–Addo, afirmó que esperará a que el Tribunal Supremo del país se pronuncie sobre el polémico proyecto de ley anti-LGBTIQ antes de decidir si lo valida para que entre en vigor. También el mismo día, el Ministerio ghanés de Finanzas alertó de que, de promulgarse, el proyecto legislativo privaría al país de unos 3.800 millones de dólares de asistencia financiera del Banco Mundial durante los próximos cinco o seis años.
Asimismo, la norma afectaría a los esfuerzos de recuperación económica de Ghana tras el programa del Fondo Monetario Internacional (FMI) que está implementando para un rescate de 3.000 millones de dólares.
El proyecto de ley ha sido condenado por la ONU y potencias occidentales como Estados Unidos. En un país donde el Código Penal -que data de la época colonial- ya criminaliza el “conocimiento carnal antinatural”, esta ley endurecería las penas de cárcel hasta diez años para cualquier persona implicada en campañas de activismo a favor del colectivo LGBTIQ dirigidas a niños, una expresión tan poco precisa que no está claro si podría incluir incluso la educación sexual en colegios.
Asimismo, la norma impondría una pena de hasta tres años de cárcel para quien se identifique como miembro de esta comunidad y de hasta cinco por formar o financiar grupos de esa comunidad, además de promover que los ciudadanos denuncien ante las autoridades las prácticas homosexuales de sus vecinos. El proyecto de ley ghanés se enmarca en una reciente escalada del discurso anti-LGBTIQ en África, donde se encuentran más de una treintena de los al menos 65 países que criminalizan las relaciones entre personas del mismo sexo en el mundo.