SANTO DOMINGO, RD.- La Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia aplazó para este jueves, el conocimiento de la solicitud de prisión preventiva contra un ciudadano ruso principal investigado de una organización dirigida por rusos que habría estafado 645 millones de euros con inversiones falsas en plantas de cannabis de uso medicinal.
El tribunal había fijado para las 9:00 de la mañana la solicitud de medida de coerción en contra de Sergei Berezin y/o Paul Bergholts, reclamado en extradición por las autoridades judiciales de España.
La solicitud en contra de Berezin, quien fue arrestado mediante allanamiento en un complejo turístico en Bayahíbe fue presentada por el procurador adjunto Andrés Chalas Vásquez, del Departamento de Cooperación Internacional y Extradiciones de la Procuraduría General de la República.
Sergei Berezin, quien se encuentra involucrado junto a ocho sospechosos más que fueron capturados entre España y otros países europeos, se encuentra recluido en la sede de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), de donde será trasladado el lunes para conocerle la medida de coerción y posteriormente la solicitud de extradición.
En la operación han participado fuerzas de seguridad españolas, dominicanas, alemanas, francesas, estadounidenses y británicas, con la colaboración de EUROPOL y EUROJUST, informó este sábado la Policía española en un comunicado.
Los acusados de pertenecer a esta organización criminal, que actuaba en 35 países, fueron arrestados en España (2), Alemania (2), Reino Unido, Letonia, Polonia, Italia, además de la República Dominicana.
Cual era el modelo de negocio que el ruso operaba
El modelo de negocio consistía en utilizar el capital transferido de los inversores a los socios cultivadores para financiar la cría de plantas de cannabis; una vez hecha la cosecha, se vendería el producto y la plataforma recibiría una parte del beneficio que, posteriormente, devolvería al inversor.
Con este sistema se prometía a las víctimas beneficios de entre el 70% y el 168% al año, según la especie de cannabis.
Además, para facilitar la captación de clientes y ofrecerles confianza, la plataforma contaba con oficinas físicas de información al inversor en ciudades de Europa (Valencia, Berlín, Zúrich, Ámsterdam y Lisboa).
Sin embargo, los agentes españoles comprobaron que los fondos captados no se reinvertían totalmente en cannabis medicinal, sino que parte se destina a pagos parciales a las víctimas, otra porción al marketing y una gran parte al enriquecimiento de los investigados.