Santo Domingo.- Andrés Navarro, coordinador de campaña del candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Abel Martínez considera que el gobierno del presidente Luis Abinader, está utilizando dinero de dudosas procedencias para comprar dirigentes políticos de la oposición.
«La única explicación, de un volumen, de una masa de recursos como la que ha estado exhibiendo el Partido Revolucionario Moderno (PRM), es que tiene fuente dudosa, ya sea fondos públicos o de otra naturaleza», destacó Navarro.
Consideró que las consecuencias de comprar dirigentes políticos son graves, no solo para los partidos que se han visto afectado y golpeado por «esta práctica dolosa, indecorosa, e ilegal, sino el daño que le está haciendo a la cultura política dominicana, y al mismo sistema partidario».
«Ya algunas organizaciones de la sociedad civil, e incluso internacionales se han sumado a este tipo de denuncia, frente a la cual vemos que el PRM sigue de oídos sordos, y continúa la presión, el chantaje, la búsqueda de concitar supuestamente conciencia en torno a su candidatura», subrayó el también miembro del Comité Político del PLD.
Indicó que en la compra masiva de dirigentes de la oposición de parte del Gobierno, lo que se está viendo es la lógica de que el fin justifica los medios, «y déjame decirte, esto es bumerán, esto le va a dar duro, duro, duro, pero lo peor es que también le va a dar duro al sistema de partidos de la República Dominicana».
Sobre la propuesta de reforma fiscal del presidente Abinader, Navarro señaló que su candidato presidencial, Abel Martínez lo que ha planteado es garantizar al país calidad en el gasto.
«Cual proceso de pacto fiscal, debe comenzar por una auto revisión del Estado, de la calidad del gasto que ha estado haciendo, de los recursos que le quita a los ciudadanos a través de los impuestos» precisó.
Por otra parte, Navarro consideró que el presidente Abinader es un mandatario repentista, «es lo que estamos viendo, echa pa’lante, echa patrás, se mueve de un lado a otro, dando golpes a ciegas.
Dijo que esa ha sido la práctica del presidente Abinader, «y no solo de él, esa es la partitura que ha asumido una parte del Gobierno».